Cinco poetas

ANTONIO PÉREZ

que todos los animales de la contienda salían mal parados y los más graves los arrojaban por lo más alto de la peña para dar fin a sus vidas. Había un perro que vivía entre los ciudadanos de la aldea, como si fuera una persona más. Tenía gran ternura en su mirada. Jugaba con los niños; incluso les protegía de los peligros. Un día el perro desapareció del poblado. La tristeza se apoderó de los niños que lo buscaron por todas partes. En una nave de aperos sintieron muchas voces de gentes, y allí se acercaron para ver lo que ocurría. Sus ojos se llenaron de lágrimas, cuando vieron a su noble amigo, indefenso, como un reo sufriendo todas las acometidas de otros perros más fuertes, para diversión de la algarabía. Ya moribundo, no pudieron impedir ser arrojado por lo alto de la peña, como todos los que quedaban en dicho estado. Los niños quisieron darle un entierro decente y bajaron al foso de los perros…¡Milagro!...aún seguía vivo. El ser tan querido había sobrevivido a la maldad de las gentes y… jugó muchas y muchas veces con sus amigos, hasta que estos se hicieron hombres y llego el final de sus días.

Sierra y Pensamiento-La Cimbarra Al paso por Despeñaperros: un día quise hacer noche en una de sus aldeas más famosas. Me quedé en Aldeaquemada…famosa por la gran cascada de agua la Cimbarra. Allí me contaron un cuento sobre el paso que divide Andalucía y Castilla. En estos lugares era muy frecuente, en tiempos muy antiguos: las peleas de perros… muy sangrientas…verdad que tan noble animal no se merece tan vil castigo, toda vez

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