VOZ_ESPECIAL DIA DE ANDALUCIA-28-02-2017

LA VOZ S U P L E M E N T O E S P E C I A L M A R T E S 2 8 · 0 2 · 2 0 1 7

ESPECIAL 28F 14

H oy se cumplen 37 años des- de que los andaluces vota- mos en referéndum, en ple- na Transición, nuestra vo- luntad de recorrer el camino de la de- mocracia con amplias cotas de auto- nomía política y administrativa. Aquel referéndum, que las nuevas ge- neraciones conocen a través de los li- bros de texto, fue una gran lección de los andaluces frente a quienes no su- pieron anticiparse a la voluntad de descentralización en la gestión de nuestros intereses, en el marco de la Constitución e igualdad de condicio- nes con el resto de españoles. El ‘café para todos’ en el reparto de las competencias se ha revelado como una verdadera necesidad con el paso de los años. Porque hoy, en mi opi- nión, la amplia autonomía de la que gozamos los andaluces, junto a catala- nes, vascos y gallegos... es hoy el me- jor antídoto contra la desigualdad de los españoles y las tentaciones de in- solidaridad. En estos días precisamente se han cumplido también diez años de la aprobación del nuevo Estatuto de Au- tonomía de Andalucía. Un Estatuto que, siendo plenamente constitucio- nal, dota a la Comunidad Autónoma de la máxima capacidad competencial dentro del Estado, un modelo estatu- tario para el conjunto del Estado, lo que contribuye a que desde Andalucía podamos ayudar a hacer más España. El mundo, Europa y España han cambiado mucho en el transcurso de casi cuatro décadas. Cuando votamos aquel 28-F, en plena efervescencia de una democracia recién estrenada, no existían internet, ni los teléfonos mó- viles, ni el euro, ni los vuelos de bajo coste de punta a punta del planeta, ni siquiera se vislumbraba el fenómeno de la actual globalización. Ahora encaramos un nuevo siglo, un cambio de era, y son otros los re- tos, oportunidades y amenazas. Es el momento de reflexionar sobre el pa- pel de la actual Andalucía en España y en este mundo que tanto ha evolucio- nado, desde Gutenberg a Internet, su- perando el consabido –y manido– re- curso al agravio frente a terceros. ¿Qué papel nos toca desempeñar en el mundo globalizado del siglo XXI? ¿Cómo podemos contribuir des- de Andalucía a trazar el camino de progreso en una España amenazada por los nacionalismos radicales? ¿Ha- cia dónde queremos ir? ¿En qué pode- mos mejorar? Y en este punto no caben las me- dias tintas, ni la defensa de lo política- mente correcto. Hay que marcar un rumbo frente a las nuevas oportuni- dades y peligros a los que se enfrenta Andalucía, definir los objetivos y tra- bajar para alcanzarlos. Vivimos en un lugar privilegiado por su clima, su geografía, su patrimo- nio histórico y su calidad de vida, en- tre las más altas de Europa si atende- mos a las encuestas de satisfacción

financiación fue impulsado por un gobierno del PSOE y apoyado por Gri- ñán, con Susana Díaz como vicepresi- denta, y que ahora se está trabajando, según lo decidido en la Conferencia de Presidentes, para reformarlo. O, de modo increíble, protestan por lo que denominan ‘dumping fiscal’ de otras comunidades, una curiosa forma de sortear la verdad del lastre del im- puesto de sucesiones y de los impues- tos mas altos de España, que ha lleva- do al borde de la ruina a tantas fami- lias en Andalucía. Este no es el camino, ni la forma de que esta tierra progrese. El Gobierno al que tengo el honor de representar en Andalucía siempre es y será leal con las restantes admi- nistraciones públicas, y en concreto con la Junta de Andalucía, en la co- yuntura difícil por la que nos ha toca- do transitar desde que Mariano Rajoy formó su primer Ejecutivo, en las Na- vidades de 2012. Siempre con la mano tendida, siempre abiertos al diálogo, hemos sido los mejores aliados de las institu- ciones de nuestra Comunidad cuan- do, en pleno crack financiero, no en- contraban financiación para saldar deudas y garantizar los servicios pú- blicos esenciales, inyectándoles 31.000 millones de liquidez ‘extra’, a intereses muy por debajo de los pre- cios de mercado. Ese es el espíritu que nos alienta. El de la colaboración y el consenso, espe- cialmente en un día como hoy, el 28 de Febrero, que es el día de todos los andaluces, al margen su condición, su signo político y su ideología. Todos debemos hacer un esfuerzo para superar las diferencias frente a los grandes objetivos y principios que nos unen, bajo el paraguas del Estatu- to de Autonomía y de la Constitución española. Una Constitución que ha traído a nuestro país el periodo más largo y fructífero de convivencia, democracia y bienestar y que ha constituido un marco de estabilidad y una palanca in- dispensable para una modernización social, económica e institucional sin posible comparación con los países de nuestro entorno. Por eso apelo hoy, en el Día de An- dalucía, aniversario de nuestra auto- nomía, al espíritu de concordia que presidió el proceso de transición polí- tica, junto con otros principios como la unidad, la pluralidad, el consenso, la libertad, la igualdad o la solidaridad y el pluralismo político, que siguen teniendo hoy día plena validez como instrumentos imprescindibles para nuestra convivencia. Diálogo, consenso, cooperación y lealtad son la medicina que necesitan Andalucía y España para afrontar los retos del presente y dar respuesta a los nuevos desafíos. Acuerdos, reformas y soluciones es lo que nos piden los ciu- dadanos. No les defraudemos y tome- mos la iniciativa juntos.

ANTONIO SANZ CABELLO DELEGADO DEL GOBIERNO EN ANDALUCÍA 28F. UNA OPORTUNIDAD PARA EL DIÁLOGO, LA LEALTAD Y LA COOPERACIÓN

Bandera izada en Cádiz con motivo del 28F. :: ANTONIO VÁZQUEZ

que algo habrá que cambiar para mejo- rar. Y me dirijo en este punto a quie- nes llevan gobernando Andalucía, sin interrupción, desde la constitución de la primera Junta Preautonómica. Me dirijo a ellos para llamarles al diálogo, llamarles a la colaboración, llamarles a la lealtad institucional, cooperar en el convencimiento de que unidos somos más fuertes y de que es mucho lo que nos jugamos los andaluces y los espa- ñoles en este momento histórico. La estrategia del victimismo con la que la Junta aborda, un año más, la celebración del 28 F me resulta, ade- más de desalentadora, preocupante. En la declaración institucional apro- bada, el Gobierno andaluz se lamenta del «severo agravio por la incorrecta financiación autonómica», obviando el hecho de que el actual sistema de

que se realizan entre los propios ciu- dadanos. Pero, al mismo tiempo, se- guimos soportando tasas de desem- pleo intolerables, nuestros jóvenes ta- lentos huyen buscando oportunida- des fuera de la península, el índice de pobreza es el mayor de España y so- portamos, por nuestra condición de región periférica del sur de Europa, una gran presión migratoria desde el norte de África. Hemos recibido muchas ayudas para converger con el resto de Europa, y hemos mejorado, sí, pero menos de lo que cabría esperar de nuestro am- plísimo margen de autogobierno y de las ingentes cantidades de fondos para el desarrollo que ha recibido la Comu- nidad Autónoma de la Unión Europea. De todo ello se puede deducir que algo tendremos que haber hecho mal,

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