ABC DE LA PROVINCIA 11-06-2015

8 ABC DE LA PROVINCIA

ABC

abc.es JUEVES, 11 DE JUNIO DE 2015

Sierra Sur

Aguadulce · Algámitas · Badolatosa · Casariche ·

sierrasur@abcdesevilla.es

OSUNA

LORA DE ESTEPA

Tronos todos los extras recibirán un reconocimiento. El próximo viernes a las 20.30 horas se descubrirá una placa como homenaje a todas las per- sonas que participaron en la graba- ción. Un recuerdo que se podrá ver en el interior de la plaza. B.M.

de este encuentro cultural y de arte- sanía que reunirá a las vecinas de va- rias localidades de la Sierra Sur, de las asociaciones de mujeres Olaura, Badolatosa, Badolachozas, Amas de Casa Carruca, de Corcoya y Mujeres Sirenas. A las 18.00 horas. B.M.

Pocos días después de que las imá- genes de la Plaza de toros de Osuna hiceran su esperada aparición en el noveno capítulo de la serie Juego de Una placa reconocerá a los extras de Juego de Tronos

El próximo viernes se celebrará en la Plaza de Andalucía de Lora de Este- pa el II Encuentro Artesanal y Cultu- ral de la Mujer. Una segunda edición Mujeres de la Sierra Sur en un proyecto común

EL SAUCEJO

Las pinturas y esculturas de Antonio Gracia han convertido su casa de Navarredonda en todo un museo «El artista tiene que enamorarse de su creación»

unió otro de los componentes de su obra, la naturaleza. Los alrededores de Navarredonda y de El Saucejo le inspiraron sus primeras obras pintan- do flores y plantas. Unas flores que cuando creció se multiplicarían para conformar paisajes completos. De afición a profesión Dos maestros que le dieron clases de otras materias en su juventud, Juan Pérez Ruiz y el moronense José Higue- ras, compartieron con él su afición por la pintura, y casi sin darse cuenta an- daba por los pasillos de la Facultad de Bellas Artes de Gonzalo Bilbao, en Se- villa. «Allí conocí a mucha gente que pensaba igual que yo sobre el arte, sen- tía la misma pasión y pude crecer en mi forma de crear», asegura. Nuevos profesores traerían nuevos campos. Carmen Jiménez me enseñó- modelado, Antonio Cano a tallar y sa- car moldes, y Antonio Gavira aportó muchas ideas para el modelado del ba- rro y los relieves. «El alumno coge lo que cree que es mejor de sus profeso- res», afirma. Precisamente el barro ocupa un lugar central en la obra de Antonio Gracia como una de sus ma- terias primas preferidas. Todo ese conocimiento transmiti- do y estimulados por otros le convir- tió en profesor de institutos en Mála- ga durante tres años; en Valladolid, donde quedaría prendado por el ro- mánico y la imaginería desde el insti- tuto Zorrilla y en Córdoba, fuente ina- gotable para su obra con la belleza de sus patios. Muchos de los cuadros que

BORJA MORENO EL SAUCEJO N avarredonda es una hermo- sa y tranquila aldea de El Saucejo. Sus 200 vecinos se conocen bien y nunca aho- rran un saludo a pesar de cruzarse va- rias veces al día por la calle. Entre to- dos ellos hay uno al que conocen es- pecialmente, Antonio Gracia, profesor de arte, pintor y escultor. La casa de su familia, situada en la Calle Cruz, se ha convertido con el paso de los años en un auténticomuseo donde sus cua- dros y esculturas se integran como una parte más de la vivienda. Cada rincón de este antiguo domi- cilio -con casi cuatro siglos de antigüe- dad- guarda algunas muestras de la evolución de Antonio como artista. Una particularmente curiosa, pero que no es suya, es un bordado de flores que se encuentra enmarcado en una de las estancias. «Cuando era muy pequeño me quedaba extasiado mientras mi- raba como mi madre o mis abuelas bordaban y tamizaban durante horas», recuerda Antonio. Es muy posible que en esos momentos de la infancia to- mara consciencia de la paciencia y el esfuerzo necesarios antes de conse- guir que una obra de arte requiera. De esta forma, mucho antes de que la primera de sus obras reclamara su sitio en las paredes o en el patio, An- tonio «echaba mano a cualquier cosa que me sirviera para dibujar», ya fue- ran pigmentos, tintes o cremas para pintar los zapatos. Y en ese punto se

Antonio Gracia posa en uno de los patios de su vivienda junto a algunas de las últi

des donde estuve dando clases apro- vechaba el tiempo que tenía de des- canso para trabajar en mis propias obras». Un trabajo extra que para An- tonio no suponía ninguna ningún es- fuerzo. El cuento de «Las meninas» Repartidos por diferentes puntos de este museo particular cuelgan las 40 páginas de un cuento que Antonio Gra- cia hizo al quedar fascinado por el cua- dro de Velázquez. En realidad, más que páginas son cuadros con relieves que siguen la historia de su cuento, donde

descansan en las paredes de la casa de Navarredonda recopilan nuevas fuen- tes de inspiración y de crecimiento ar- tístico, dejando su impronta en un ar- tista que dejaba su pincel de profesor para coger el de creador cuando vol- vía de dar clases. «En todas las ciuda- Un cuento en cuadros Su fascinación por «Las meninas» le llevó a realizar 40 cuadros que componen un cuento

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