Poesía de mis adentros

MANIFIESTO 7

Vuelan las campanas a media tarde, tocando a muerto en sumiso dispendio, en tanto un corazón en llamas arde, perdido este su amor por un incendio… Cae de llanto cuando oran "Dios guarde", con réplicas de "salve" a su compendio, por vida que se fue en atroz zarpazo… Tal vez sin intimar un largo abrazo.

Morir sin juzgar un beso, es cercano entre humanos, cuando temores livianos, esconden al ser travieso, en timidez por exceso, donde hay pasión sin aprecio, de ese amor que pone precio, a fundir cuerpo con alma… así empatía se desalma… así honor se vuelve necio.

Callada vida del tiempo perdido, de tanto esperar un nuevo remplazo, de ese cruel hastío unido a terso lazo, con tímido hilo en complejo zurcido. Nunca advirtió su deseo mordido, estando allí, muy cerca, a su regazo, y ahora al fin cuando ya no hay plazo, ella le rinde un funeral florido. Amores fogosos en carne y hueso. Amores cobardes que nunca llegan. Amores con piropo y poco sexo.

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