Poesía de mis adentros

MANIFIESTO 12

El eco de soñar se vuelve sordo, porque apunta tristeza a nuestros miedos, y caer en la simpleza, harto y gordo.

Cada vez son más los humanos que pretenden fotografiar con sus cámaras, esas maravillas del mundo, donde lo más importante es captar la imagen perfecta para luego pavonear con sus amigos en las redes sociales. Sin embargo, dejan pasar por alto el éxtasis que produce a nuestro ojo, cuando algo bello se saborea con tranquilidad. Tampoco me opongo a que se realice alguna instantánea, pero resulta empalagoso plasmar todos los rincones de un templo, por ejemplo… Lo mismo pienso cuando en un evento humano, como una boda, se hacen fotos hasta una mosca que pudiera pasar por delante de los novios. La vida no consiste en almacenar escenas de todo lo que hacemos, como viene siendo habitual en estos tiempos; sino vivir esos momentos del presente que nunca volveremos a tener. Claro…desde que llegaron las cámaras digitales todo es tan fácil, que a veces el abuso continuado nos produce cierta apatía, y así perder el verdadero aliciente que tiene la vida. Ahora bien, prefiero ser actor de esta existencia, donde en gran medida se ha superado una lacra nociva para la humanidad; los que afortunadamente vivimos en el Paraíso, y es nada menos que el

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