Kaplan y Sadock. Manual de psiquiatría clínica, Cap. 21.

21. Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica

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Riesgo de suicidio Algunas profesiones, como los trabajadores de la salud, empleados de servicios financieros y policías (en el primer y el último grupo, por su acceso fácil a fármacos y a armas letales), atraen a personas con un alto riesgo de suicidio e implican un estrés elevado y crónico que puede derivar en mayores tasas de suicidio. Problemas profesionales y laborales de la mujer La mayoría de las mujeres trabajan fuera de casa para mantenerse a sí mismas o a personas que dependen de ellas (niños o adultos), o bien, por formar parte de una pareja en la que ambos miembros trabajan. Con tasas de divorcio que se mantienen en el 50%, muchas mujeres están en una situación económica más delicada tras el divorcio de la que tenían cuando estaban casadas, mientras que los hombres divor‑ ciados suelen mejorar su situación económica. Aunque hace más de cuatro décadas que se conocen y preocupan hechos como la posición de la mujer en el mundo laboral, problemas de género, prejuicios y falta de atención a sus necesidades específicas en ciertas etapas de su vida (p. ej., embarazo y posparto, mayor responsabilidad en la salud y enfermedad de los hijos), estos continúan sin solucionarse. Con todo, las mujeres eran el grupo más numeroso en crear pequeños negocios en la década de 1990. Muchas dejaron su empleo en grandes empresas porque no se reconocían sus esfuerzos debido a su sexo. La mujer tiene problemas cuando es el único miembro femenino en una esfera pro‑ fesional masculina. A pesar de que se reconoce cada vez más la nece‑ sidad de que los hombres asuman mayores responsabilidades con la familia y en la casa, menos del 25% las comparten de forma equitativa. Las mujeres en edad fértil y de criar hijos siguen teniendo un con‑ flicto entre sus expectativas y oportunidades de trabajo y sus responsa‑ bilidades personales. No abundan las instalaciones de buena calidad y con un horario amplio para cuidar in situ a las personas dependientes, y pueden estar económicamente fuera del alcance. Aspectos importan‑ tes laborales sin resolver, y que afectan de manera específica a las muje‑ res en determinadas etapas de su vida, son la flexibilidad de horarios y la posibilidad de obtener permisos, pagados o no, para atender a familia‑ res. Además de los problemas con el cuidado de personas dependientes, las mujeres trabajadoras siguen experimentando angustia por episodios repetidos de acoso sexual, a pesar de su ilegalidad y de la atención que les dedican los medios de comunicación. Cada vez hay más mujeres con responsabilidades que implican viajar, trabajar muchas horas o en horario nocturno, y sufren violencia en el lugar de trabajo. Cuando en una pareja trabajan los dos, es más probable que la mujer se desplace cuando el hombre elige cambiar de ciudad para apro‑ vechar una oportunidad de trabajo que a la inversa. Como consecuen‑ cia, la carrera profesional de la mujer se interrumpe más a menudo. Sin embargo, se observan menos reticencias que antes a que los dos miembros de una pareja trabajen en la misma empresa, aunque por lo general en distintos departamentos. La angustia en el trabajo también puede ser consecuencia de continuos problemas de comunicación, en especial los que se relacionan con el género. Adolescentes trabajadores Con el incremento del desempleo, muchos adolescentes trabajan a tiempo parcial durante su época escolar. En consecuencia, puede sur‑ gir estrés a causa de una menor interacción padres‑adolescentes y de los problemas de control constructivo de los padres sobre el uso del dinero de sus hijos, el tiempo que pasan fuera de casa y las conductas tanto dentro como fuera de ella. Cuando uno o ambos padres, así como el adolescente, trabajan fuera de casa, a menudo con horarios dife‑ rentes, la comunicación verbal padre‑adolescente debe ser proactiva, clara y continuada.

Trabajar en casa Aunque muchas mujeres con niños de todas las edades pueden traba‑ jar fuera de casa, a veces permanecen en casa todo o parte del día, o trabajan en su hogar. Cuando sus maridos u otros familiares trabajan fuera de casa todo el día, pueden surgir problemas en relación con las expectativas que cada uno percibe del otro. Las mujeres que se dedi‑ can exclusivamente a cuidar de los niños y de su casa pueden ser con‑ sideradas por sus compañeros no solo económicamente dependientes e inferiores, sino también menos competentes e incapaces de entender las necesidades y los problemas del hombre. Debe promocionarse la escucha respetuosa y la comunicación verbal. Cada vez son más las personas que, trabajando en una empresa, se llevan trabajo a casa a medida que crecen sus expectativas profe‑ sionales. Esta experiencia de trabajar en el hogar puede interferir, e interfiere, con la vida y la satisfacción personal, lo que puede tener repercusiones adicionales en el trabajo. Enfermedad crónica A medida que progresan los tratamientos médicos y psiquiátricos de las enfermedades crónicas, los empresarios están cada vez más preo‑ cupados por adaptar las condiciones laborales a los pacientes con sida, diabetes mellitus y otros trastornos. La cuestión de las pruebas obliga‑ torias para el sida y el consumo de sustancias (alcohol y otras drogas) sigue suscitando debates. Los programas de asistencia al empleado que ofrecen educación sobre temas de salud general y mental han demostrado ser oportunos y coste‑efectivos. Violencia doméstica Aunque tiene lugar en el hogar, los signos y síntomas de la violencia doméstica que interfieren con el trabajo a menudo hacen posible la identificación de las personas que la sufren. Los profesionales capa‑ citados deben preguntar a todos los empleados con problemas labo‑ rales si están sufriendo violencia doméstica y, cuando esté indicado, solicitar asistencia para ellos, incluyendo la seguridad en el puesto de trabajo. Pérdida de empleo Con independencia de la razón de la pérdida del empleo, muchas per‑ sonas experimentan angustia, al menos de forma temporal, con sínto‑ mas de pena normal, pérdida de la autoestima, ira, depresión reactiva y ansiedad, así como síntomas somáticos y, posiblemente, el inicio o la intensificación de conductas de consumo de sustancias o de vio‑ lencia doméstica. Deben iniciarse acciones educativas, programas de apoyo y de orientación profesional y, cuando esté indicado, facilitar el acceso a los tratamientos.

Rehabilitación profesional La rehabilitación a menudo es necesaria para quienes están trauma‑ tizados por el estrés en el lugar de trabajo, para aquellos que han solicitado una licencia por motivos médicos o psiquiátricos, o quie‑ nes han sido despedidos. El asesoramiento individual o de grupo permite a las personas mejorar sus relaciones personales, incre‑ mentar su autoestima o aprender nuevas habilidades de trabajo. Los pacientes con esquizofrenia pueden beneficiarse de talleres prote‑ gidos en los que realizan un trabajo adaptado a su nivel funcional. Algunos pacientes con esquizofrenia o autismo realizan bien las tareas que son repetitivas o requieren una preocupación obsesiva por los detalles. AMPLE

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