ESPECIAL CARNAVAL 26-02-2017

ESPECIAL CARNAVAL

S U P L E M E N T O E S P E C I A L J U E V E S 2 3 . 0 2 . 2 0 1 7

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Manuel Cotorruelo

«Es una fiesta que engancha»

«Los preparativos y la elección del disfraz aportan los recuerdos y anécdotas más importantes de los carnavales, tras mi infancia» CÁDIZ. Si quiero empezar por el prin- cipio, mi primer recuerdo de Carnaval (entonces, todavía Fiestas Típicas), qui- zá sea el desfile de la Cabalgata por el Campo del Sur y cómo quedábamos to- dos los primos en casa de nuestra abue- la, para recoger sillas y reservar sitio con bastante tiempo de antelación a su paso. El Carnaval siempre ha sido una fe- cha destacada y esperada en el calenda- rio. Los preparativos y la elección del disfraz aportan los recuerdos y anécdo- tas más importantes en los primeros carnavales tras la infancia. En la adoles- cencia, salíamos los amigos con unmo- tivo para todo el grupo que organizába- mos con bastante tiempo de antelación. En esa época, un año fuimos represen- tando el cortejo de un entierro, con cura, viuda, ataúd y muerto, bastante fúne- bre, por cierto; y otro, de banda de gáns- teres (eran los tiempos del coro ‘LaMa- fia’), desfilando dentro y fuera de un co- che de madera, fabricado en el garaje con la dirección del queridoMelquiades González Brizuela, entonces nuestro profesor de matemáticas. De los tiempos de universidad deci- díamos el disfraz sobre la marcha, evi- dentemente ya no teníamos tanto tiem- po para eso. Estudiaba en Sevilla, llega- ba aCádiz el viernes deCarnaval y sobre la marcha elegíamos de qué vestirnos. Uno de losmomentos quemás rememo- ramos en las reuniones familiares resul- ta de esa forma de elegir los disfraces. Mi amigo del alma, que sí estudiaba en su querida UCA y yo, con nuestras muje- res (entonces novias) teníamos entra- das para el baile de gala (así se llamaba), y que se organizaba en el Falla. Exigía traje de fiesta para chicas y de corbata para nosotros, o disfraz en su caso. Re- cién llegado del tren, mi amigo y yo fui- mos a mi casa, desechamos la chaque- ta y corbata y nos pusimos a decidir el disfraz para el baile que empezaba en

DE CERCA Manuel Cotorruelo. :: LA VOZ

ces que salía estaba más pendiente de esconderme para que no me viera mi preparador que de cantar y tocar el bom- bo. Pero Cádiz es muy chico y una no- che pasó lo que tenía que pasar… ¡que me cogió! Imaginaros la conversación. Actualmente sigo enrolado en las fi- las de las agrupaciones ilegales (es pa- radójico que un notario esté en algo ile- gal, pero en Carnaval todo es posible) con el coro de Luis Frade donde espero continuar participando y disfrutando de esta fiesta única. «Actualmente sigo enrolado en las filas de agrupaciones ilegales, aunque sea paradójico para un notario» «Cuando estaba en Sevilla en la universidad decidíamos sobre la marcha de qué íbamos»  Lo que más le gusta del Carnaval. El ingenio de las agrupaciones oficia- les e ilegales, la capacidad de sorpren- der cada año  Lo que menos le gusta del Carna- val. La ‘botellanización’  Nombre. Manuel Ignacio Cotorrue- lo Sánchez  Edad. 51 años  Lugar de nacimiento. Cádiz  Profesión. Notario

El notario gaditano, vestido de vaquero en una edición anterior. :: LA VOZ

menos de ¡¡4 horas!!. El resultado fue ir de ‘Her- manos Pinzones’, con una sábana blanca a modo de toga romana con pinzas de tender co- sidas entre risas por mi madre a la carrera y una pinza grande de cartulina

adivinar de que íbamos vestidos. La siguiente época coincide con la de la chirigota ilegal que sacamos un gru- po de parejas, familiares y amigos. El que ha salido en alguna agrupación des- cubre ‘otro Carnaval’ que engancha y del que ya no se quiere prescindir. Sali- mos de ‘Presos’ (qué original, ¿verdad?), de ‘Papas enAmarillo’, de ‘Portal de Be- lén’, y de ‘Pelotón Ciclista’. Ese último año yo estaba liado con la oposición, por tanto había ensayadomuy poco. Las ve-

elegantes, estrenando el tra- je de piconera que les ha- bían hecho susmadres con todos sus abalorios, maqui- lladas…, a cuál más guapa. Sus caras cuando nos vieron no se me olvidan, y su reac- ción fue ir sinnosotros a la fies-

ta. Al final fuimos todos a la fiesta, ter- minamos sin sábana, en leotardo y jer- sey negro, sin pinzas y sin cartel expli- cativo y sin que nadie, nadie, pudiera

con la leyenda ‘Hermanos Pinzones’. Nos pareció una idea genial… hasta que lle- garon nuestras dos acompañantes que nos bajaron de las nubes. Las dos muy

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