Gurmé N15 Invierno 2019

ENTREVISTA

I.I.: Nosotros desde que abrió mi padre en el año 91 tenemos un público contrastado que nos sigue, aunque es innegable que lo del turismo está siendo increíble. A.C.: A mí me encantaría venirme al centro en un futuro, aunque por el momento los alquile- res de locales están demasiado elevados. ¿Es mejor estar respaldado por un negocio familiar para trabajar en hostelería? I.I.: Para mí trabajar con mi familia es una pasa- da. Tres de los cuatro hermanos nos dedicamos al negocio que creó mi padre y nos ponemos de acuerdo para tomar todas las decisiones importantes, aunque después cada uno tiene su función. No quisiera verme solo, porque los problemas los resolvemos entre los tres. Mi her- mano Jorge se encarga de la cocina de La Mone- da y Conchi está en la de La Barra de Inchausti. Ella fue la última en incorporarse y aunque es pedagoga siempre le ha encantado cocinar. A.C.: Yo sin embargo estoy solo para todo y tengo que encargarme de organizar la cocina, la sala, las compras, las gestiones... Incluso hay noches que me cuesta conciliar el sueño, porque es demasiada responsabilidad para una sola persona. Por ese motivo el personal es tan importante en este sector. ¿Qué le piden a los que quieren formar parte de su equipo? I.I.: Yo busco profesionalidad, ganas de trabajar y honestidad. A.C.: Y yo que se tomen su trabajo como si fuera su negocio porque es lo que llena su despensa. I.I.: Al principio me fijaba más en la gente joven ya que veía que traía muchas ganas, pero la mayoría se va al cabo del tiempo porque está buscando su sitio y esto lo ven como algo más de paso. Ahora me centro en buscar profesio- nales contrastados y asentados, personas res- ponsables con su trabajo que quieran realmente

Los dos hosteleros de este mano a mano tienen tantas diferencias entre sí como similitudes. Entre las cosas que a priori les alejan está la ubica- ción de sus negocios, ya que La Mo- neda está en pleno centro y Parpata- na en una zona más apartada, junto a la Buhaira, un hecho que marca buena parte de esta conversación. También les distancia la motivación que les llevó a la hostelería, pues- to que Isidro Inchausti entró casi que por inercia en el oficio fami- liar mientras que Alberto Carrasco apostó por la hostelería por pura vocación. Ahora bien, ambos conver- gen a la hora de hablar de pescado, de proveedores y de la situación que vive el sector en la actualidad. ¿Cómo ven actualmente a la hostelería sevi- llana? Isidro Inchausti: Está en un momento muy bueno en el que hay una gran variedad de establecimientos. Desde que yo empecé en esto hace 15 años la hostelería ha evolucionado cada día para mejor. Alberto Carrasco: Estamos viviendo una etapa en la que el turismo parece determinante para el sector, sobre todo en el centro. Yo como estoy en un barrio lo percibo menos, aunque también por Nervión llega algo de público de fuera. Pienso que el que tiene su negocio en el centro de la ciudad encuentra un importante apoyo en el público turista que les visita. A mí el que vie- ne a verme me busca expresamente, porque no estoy en un sitio de paso, aunque he conseguido hacerme con una clientela fiel.

Trabajar con mi familia es una pasada.

- Isidro Inchausti

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