co calurosamente en nombre de la Fundación Estudio y en el mío propio
la labor de todo el equipo.
En un principio se planteó plasmar el trabajo en una publicación tradi-
cional, pero por diferentes motivos se ha comenzado por el texto digital
que ahora se presenta. Yo confío que en el futuro llegaremos a la publica-
ción en papel.
agradezco también a los quince alumnos –siete alumnas y ocho alum-
nos– que han aceptado colaborar en este homenaje a “Estudio”, por las
actividades que ocupan su tiempo, por su acierto y entusiasmo en ellas y
por las facilidades que han dado al equipo de trabajo.
Esta selección de temas y de personas es una oportuna y excelente
muestra de los resultados de una determinada manera de educar y enseñar
iniciada en la España del siglo XIX por parte de la Institución libre de En-
señanza y de la cual nosotros somos continuadores.
Gracias otra vez.
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Intervenir en el mundo, una actitud ética