REVISTA GURMÉ 08-07-2018 La Voz de Cádiz

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Pero una de las cosas que más le gusta hacer en sus ratos libres es irse al campo con sus cin- co perros y seguir los pasos de su padre que era recolector. «Me gusta buscar plantas en desuso como la argolleja, que es muy parecida a la tagarnina, o la cerraja. Son plantas muy amar- gas con muchas propiedades y cuando las uso en el restaurante la gente lo agradece porque les recuerdan al patio de la abuela». «Mi padre es un hombre de campo, con unos conocimientos brutales, y buscar esas plantas me recuerda a mi infancia. Aquí tenemos por ejemplo la verdolaga que yo uso en ensaladas pero, antiguamente, se hacía en guisos de gar- banzos porque es una planta muy carnosa que recuerda a un cactus». David disfruta como nadie saliendo a pasear por la Sierra San Cris- tóbal o por los pinares de El Puerto buscando plantas de antaño que recupera en su cocina, emulando así a su padre y poniendo en valor productos que ya ni conocemos a día de hoy. Me da mucho coraje saber que aquí tenemos plantas que han quedado en desuso por modas»

El punto de inflexión

T ras haber pasado por varios bares de tapas en Sevilla e iniciar un proyecto de corta duración con otro socio en El Puerto, David Méndez abrió El Arriate en el año 2007, aunque reconoce que «aún no tenía definido mi estilo pro- pio». El punto de inflexión tuvo lugar cuando su alma gemela, Eva Baro, comenzó a trabajar con él. «Ahí fue donde yo empecé a expresarme bien en la cocina» recuerda. Ahora apuesta por una carta más reducida con productos de temporada. De ahí que sus cartas cambien constantemente para adap- tarla a lo que haya en el mercado.

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