Ross. Histología Texto y Atlas

morfológicos y secretores que se corresponden con el ciclo menstrual. En muchos mamíferos, glándulas similares segregan fe- romonas , señales químicas utilizadas en la demarcación de territorio, en las conductas de cortejo y en ciertos compor- tamientos maternales y sociales. En general, se cree que las secreciones apocrinas funcionarían como feromonas en los seres humanos. Las feromonas masculinas (androstenol y androstenona) en la secreción de las glándulas apocrinas, tienen un impacto directo sobre el ciclo menstrual feme- nino. Por otra parte, las feromonas femeninas (copulinas) ejercen influencian en la percepción masculina de las muje- res y también inducirían cambios hormonales en los hom- bres. Ambas glándulas sudoríparas, ecrinas y apocrinas, están inervadas por la porción simpática del sistema nervioso autónomo. Las glándulas sudoríparas ecrinas son estimuladas por los neurotransmisores colinérgicos (que suelen identificarse con el componente parasimpático del sistema autónomo), mien- tras que las glándulas apocrinas son estimuladas por los neurotransmisores adrenérgicos . Como ya se describió, las glándulas ecrinas responden al calor y al estrés. Las glándulas apocrinas responden a los estímulos emocionales y sensoria- les, pero no al calor. Uñas Las uñas son placas de células queratinizadas que contie- nen queratina dura. Las uñas de los dedos de las manos y de los pies se encuentran levemente arqueadas, y se denominan placas ungulares , las cuales descansan sobre los lechos ungulares . El lecho un- gular consiste en células epiteliales que son continuas con el estrato basal y estrato espinoso de la epidermis (fig. 15-20 y lámina 47, pág. 568). La parte proximal de la uña, la raíz ungular , está oculta por un pliegue de la epidermis y cubre las células de la z ona germinativa o matriz. La matriz contiene una variedad de cé- lulas, como células madre, células epiteliales, melanocitos, cé- lulas de Merkel y células de Langerhans. Las células madre de la matriz se dividen con regularidad, migran hacia la raíz y allí se diferencian para producir la queratina de la uña. La que- ratina de la uña es queratina dura , como la de la corteza del pelo. A diferencia de la queratina blanda de la epidermis, la queratina dura no se descama. Se compone de filamentos de queratina muy juntos incluidos en una matriz amorfa de que- ratina con un contenido elevado de azufre, que es responsable de la dureza de la uña. El proceso de formación de queratina dura, al igual que en la corteza del pelo, no comprende la apa- rición de gránulos de queratohialina. Además, una envoltura celular cornificada contiene proteínas similares a las encontra- das en la epidermis. La adición constante de células nuevas en la raíz y su pro- ducción de queratina son la causa del crecimiento de las uñas. A medida que la superficie de la uña crece, se desliza sobre el lecho ungular. Desde el punto de vista microscópico, la super- ficie de la uña contiene corneocitos interdigitados muy jun- tos, que carecen de núcleo y orgánulos.

plia (fig. 15-19 y lámina 44, pág. 562). En contraste con las glándulas ecrinas, las apocrinas almacenan su producto de secreción en la luz. Los adenómeros de la glándula apocrina están compuestos por un epitelio simple. Tienen un solo tipo celular y el citoplasma de las células es eosinófilo. La super- ficie apical de las células suele presentar una protrusión vesi- culosa. Antes se creía que esta parte de la célula se desprendía hacia la luz para formar el producto de secreción apocrino, de ahí el nombre de la glándula. Sin embargo, estudios con el MET confirmaron que la secreción es de tipo merocrino . El citoplasma apical contiene abundantes gránulos pequeños, el material de secreción dentro de la célula, que se eliminan por exocitosis. Otras características de la célula comprenden nu- merosos lisosomas y gránulos del pigmento lipofuscina. Estos últimos corresponden a lisosomas secundarios y terciarios. Las mitocondrias también son abundantes. Durante la fase refractaria, después de la expulsión del material de secreción, el aparato de Golgi aumenta de tamaño en preparación para una nueva fase secretora. Las células mioepiteliales también están presentes en la porción secretora de la glándula y se encuentran entre las cé- lulas secretoras y la lámina basal contigua. Al igual que en glándulas ecrinas, la contracción de las evaginaciones de las células mioepiteliales facilita la expulsión del producto de se- creción de la glándula. El conducto excretor de las glándulas apocrinas está reves- tido por un epitelio estratificado cúbico y carece de células mioepiteliales. El conducto de la glándula apocrina es similar al conducto de la glándula ecrina; tiene una luz estrecha. Sin embargo, desde la porción secretora de la glándula, continúa en un curso bastante recto para desembocar en el conducto folicu- lar. Debido a su curso recto, se reduce la probabilidad de ver el conducto y la porción secretora de una glándula apocrina en el mismo corte histológico. También en contraste con el conducto ecrino, no hay resorción de sustancias en el con- ducto apocrino. El producto de secreción no se altera en su paso a través del conducto. El epitelio del conducto es estratificado cúbico, por lo ge- neral de dos capas celulares de espesor, aunque a veces pue- den ser tres capas de células. El citoplasma apical de las células luminales aparece hialinizado, una consecuencia de la acu- mulación de tonofilamentos en el citoplasma apical. En este aspecto, se asemejan a las células luminales del conducto ecrino. Las glándulas apocrinas producen una secreción con pro- teínas abundantes que contiene feromonas. Las glándulas apocrinas producen una secreción que con- tiene proteínas, hidratos de carbono, amonio, lípidos y ciertos compuestos orgánicos que le darían color. Sin embargo, las secreciones varían de acuerdo con el sitio anatómico. En la axila, la secreción es lechosa y un tanto viscosa. Cuando se secreta, el líquido es inodoro pero por la acción de bacterias en la superficie de la piel, adquiere un olor acre.

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CAPÍTULO 15 Sistema tegumentario   ESTRUCTURAS DE LA PI EL

Las glándulas apocrinas se vuelven funcionales en la pu- bertad; al igual que ocurre con vello pubiano y axilar, su de- sarrollo depende de las hormonas sexuales. En la mujer, las glándulas apocrinas axilares y areolares experimentan cambios AMPLE

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