Bulevar Sur N9

S

| Mirando al sur

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eamos sinceros, no hay persona perfecta ni dentro ni fuera de las pasarelas. Quien per- siga la perfección está abocado al fracaso. Sin embargo, si adoptamos una visión positiva, siempre podemos sacar el máximo partido a lo que somos y a lo que tenemos. Cecilia no es

posible. Suena a tópico, pero es así. Me parece una decla- ración personal que puede llegar a ser demasiado preten- ciosa y, a la vez, frustrante. Lo que sí te diré es que había muchos escenarios donde no veía a mi persona haciendo ciertas cosas. ¿Cómo llegaste a conseguirlo? Pues entre mares de dudas, eligiendo caminos y descar- tando otros. Hoy por hoy me siento en el lugar adecuado, donde me desarrollo felizmente y hago cosas que me lle- nan el ser y me satisfacen. Quizás, hace diez años atrás, jamás de los jamases hubiera imaginado estar aquí, que mis carreteras estuviesen atravesando estos lares. Porque ha habido veces donde me he sentido perdida, sin saber si lo estaba haciendo “bien o mal”, hacia dónde me estaba dirigiendo. Creo que esas preguntas son muy humanas. La incertidumbre nos quema; pero la vida gana, y yo me siento hoy por hoy en sintonía con ella. Agradecida de que poco a poco, con mi ayuda, se dirigiera hasta acá. En su día yo no elegí ser modelo, no fue algo buscado, pero ocu- rrió y me lancé. Y ahí empezó mi aventura. «La clave está en olvidarte de tus complejos, porque muchas veces es lo que más interesa al cliente o fotógrafo» En sí misma, la palabra modelo significa "arqueti- po o punto de referencia para imitarlo o reprodu- cirlo". ¿Qué modelo quieres ser? Lleva implícito el significado “a seguir” y francamente siempre me sentí una “modelo no modelo”, fuera de ese ca- non de belleza tan marcado. Ya sea por rasgos o medidas, nunca me sentí ubicada en ese grupo pero, para mi contra- dicción, ejercía y ejerzo de modelo. Me siento más incluida ahora, que parece que todo esta cambiando, que no solo hay un modelo a seguir. Donde la diversidad se ha colado y los cánones de belleza son mas inclusivos que antes. Quiero ser una modelo que haga ver a esas personas que se sienten distintas que también pueden ser un punto de referencia. No solo en belleza, sino también en actitud. ¿Qué estereotipo (de las modelos) no eres o tienes? No soy lo suficientemente delgada o alta para ciertos traba- jos pero, afortunadamente, sí para otros. Ahí esta la clave. ¿Tu foto más mediática? No ha sido como modelo, sino como actriz. Cuando me vi por todo Madrid en marquesinas o en los cines de Callao gracias a "La Peste" y a mi trabajo en ella.

tan alta como los cánones de belleza demandaban, su dias- tema le sigue acompañando desde que era una niña pero, y a pesar de todo eso, es y seguirá siendo una gran modelo. En el mundo de la moda todo está cambiando y una filoso- fía cada vez más inclusiva se abre paso en una nueva reali- dad. Bendita realidad. Dentro de esa diversidad, esta mode- lo quiere ser un ejemplo para todos esos jóvenes que sueñan con dedicarse al mundo de la moda. Además de su físico de “modelo no modelo”, su trayectoria también demuestra que se puede nacer en una pequeña localidad, Lebrija, y llegar a trabajar para marcas como Zara, Uterqüe, Zadig&Voltaire, Urban outfitters, Bvlgari o Gyvenchi, entre otras. Además de sus trabajos como modelo, Cecilia recuerda con ilusión su participación como actriz en la segunda tempora- da de la serie "La Peste", una producción paraMovistar+. Allí tuvo la oportunidad de formar equipo con varios sevillanos, como el director Alberto Rodríguez, el guionista Rafael Co- bos y el actor Paco León. Daba vida a Eugenia, una mujer que debido a su gran belleza y exuberancia, abandonó su tra- bajo en la mancebía para ejercer de modelo para los pintores de la época. Te criaste en Lebrija, ¿hubiese sido diferente en una gran ciudad? Si, nací y viví parte de mi adolescencia en Lebrija. La otra parte de ella la pasé fuera, entre Madrid, Barcelona, Lon- dres y Milán. Y sí, claro que hubiera sido muy diferente. Soy mitad pueblo y mitad gran ciudad. Soy dura y blan- dita a la vez. ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en el pueblo? Maravillosos, tuve una infancia feliz. Me crié en un am- biente familiar, a ritmo y latidos lentos. Como suelen ser los compases y ritmos de un pueblo. Era una niña muy intro- vertida y poco habladora. También traviesa, muy traviesa. Aunque te diré que tengo un vago recuerdo de estar en la casa de campo de pequeña y anhelar vivir en una gran ciu- dad como hacían algunos de mis primos mayores. ¿Qué sigues manteniendo de lo que fuiste de niña? Muchas cosas, el diastema por su puesto, la timidez, y algún que otro atisbo de inocencia. Conservo muchas cosas, creo que el hecho de crecer potencia rasgos que ya teníamos de pequeños y otros mutan para tener su mejor versión. ¿A qué edad supiste tu propósito en la vida? Mi propósito en la vida no es más que vivirla, evolucionar como persona e intentar hacer las cosas de la mejor forma

«Quiero ser inspiración para las chicas que nacen en pueblos y que sueñan con trabajos que no podrían desarrollar en pequeños lugares»

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En Harper's Bazaar España. Fotografía: Luis Álvarez

En Harper's Bazaar España. Fotografía: Luis Álvarez