Casciato Manual de oncología clínica, Chmielowski, Bartosz

III. Cáncer tiroideo  | 381 d. El broncoespasmo está mediado por la histamina y se trata con aminofilina. No parece que los fármacos agonistas adrenérgicos, como el salbutamol, em- peoren el broncoespasmo, y también pueden utilizarse con precaución, aun- que pueden causar hipotensión. e. La diarrea está mediada por la serotonina y suele ser difícil de controlar. En

casos resistentes al tratamiento incluye: (1) Loperamida o difenoxilato y atropina (2) Tintura de opio y otros opiáceos (3) La combinación de alcaloides de la belladona y fenobarbital (4) Ondansetrón

f. Crisis carcinoide. Los pacientes con síndrome carcinoide tienen un riesgo ele- vado de mostrar episodios agudos de sofoco, broncoespasmo e hipotensión (crisis carcinoide) durante la cirugía. Esto se debe tanto al efecto de la anestesia como a la liberación de la hormona debida a la manipulación del tumor. Deberá reducirse al mínimo la estimulación de la liberación de hormonas adrenérgicas, así como el uso de fármacos que inducen hipotensión (morfina, suxametonio y curare). (1) Periodo prequirúrgico. Los pacientes con síndrome carcinoide, o con niveles de 5-HIAA en orina elevados, deben recibir octreotida 100 µg s.c. 3 veces/día durante 2 semanas antes de la cirugía para bloquear la libera- ción de productos tumorales. (2) Durante la cirugía y después de la misma. La octreotida se debe ad- ministrar por vía intravenosa a una velocidad de 50 µg/h a 200 µg/h, co- menzando antes de la anestesia. Deberá aumentarse la dosis si se produce enrojecimiento o hipotensión. Debe reducirse gradualmente la dosis de octreotida en la primera semana del postoperatorio. E. Problemas clínicos especiales asociados al síndrome carcinoide 1. Obstrucción intestinal. Puede deberse a una fibrosis densa del mesenterio, y la paliación quirúrgica suele resultar imposible. Los pacientes pueden mejorar con descompresión nasogástrica simple y reposición de líquidos. 2. La enfermedad cardiaca carcinoide se manifiesta como insuficiencia del ven- trículo derecho debido a las lesiones de la válvula tricúspide y pulmonar. Estos cambios aparecen en casos de síndrome carcinoide muy avanzado, que tiene mal pronóstico independientemente de las lesiones cardiacas. El tratamiento del tumor generalmente no mejora las lesiones valvulares. La reparación quirúrgica de la válvula es el único tratamiento eficaz para la cardiopatía carcinoide y, a pesar de una tasa elevada de mortalidad quirúrgica, se ha demostrado que resulta en mejores tasas de supervivencia en general, en comparación con el tratamiento médico de la enfermedad valvular A. Epidemiología y etiología 1. Incidencia. El cáncer de tiroides supone cerca del 4% de todas las neopla- sias malignas viscerales; cada año se registran cerca de 63000 nuevos casos y 1900 muertes por cáncer en Estados Unidos. El riesgo aumenta con la edad. Las mujeres se encuentran afectadas con más frecuencia que los hombres, con un cociente de 3:1. El aumento de la incidencia de cáncer de tiroides en los últi- mos 10 a 15 años es probablemente atribuible a la mayor detección de tumores pequeños a través de la disponibilidad generalizada de la ecografía del cuello. 2. Exposición a la radiación. La lluvia radioactiva y la RT administrada sobre la región cervical tanto para afecciones malignas como benignas (por acné en la ado- lescencia, o la hipertrofia amigdalina o tímica en los niños) aumentan el riesgo de sufrir cáncer tiroideo, fundamentalmente del tipo papilar. Existe una curva de dosis-respuesta, con un aumento de las tasas de cáncer de tiroides, incluso con la exposición a dosis bajas de radiación (100 mGy). Este riesgo parece disminuir cuando la exposición a la radiación ocurre después de los 20 años. 3. Factores hereditarios. El cáncer medular tiroideo puede observarse esporá- dicamente o como parte de un síndrome hereditario dominante de MEN-2 AMPLE III. Cáncer tiroideo

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