Bulevar Sur 13 Otoño 2022

| Diálogos con... libreros

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RESPALDO PÚBLICO

Reguera vuelve a demostrar por qué lleva cincuenta años en el negocio hablando sin tapujos sobre este tema: “inten- tan rentabilizar políticamente una participación muy taca- ña porque a nivel social es loable que circulen los cabezas de filas de los partidos. Deberían darle un tratamiento más amable. Hacen una aportación muy limitada y al final le dan viabilidad. Aun así, no pasa de ser una cosa pobretona y con muchas limitaciones”.

FERIA DEL LIBRO

El pasado verano los medios locales se hicieron eco de la es- pinosa situación que atravesaba la librería Caótica. Amena- zada de desahucio tras no haber podido hacer frente al pago del local durante varios meses, el Consistorio mostró su res- paldo barajando nuevas líneas de apoyo al sector. Reguera hace hincapié en el cacareado uso de la palabra rescate en torno a este tipo de noticias. “Si tienes un negocio y en un momento dado llega un problema de gestión que conlleva una crisis estructural, pedir un rescate por el hecho de ser una librería es al menos cuestionable. La palabra rescate no es la apropiada, sin embargo, yo sí vería con buenos ojos que por parte de la administración hubiera más empatía hacia el sector a efectos fiscales y de ayudas. No a fondo perdido, sino en la compra de libros y de cara a la organización de activi- dades y presentaciones. Además, estos organismos deberían participar en coediciones con el gremio de librerías y facilitar el alquiler de los espacios”. Cruz coincide en que las entidades públicas deberían interpre- tar mejor la situación y mostrar una mayor sensibilidad. “Son aspectos humanos trasladados a una institución pero debería ser así. La solución pasa por ahí. Significaría tener una políti- ca de ciudad. Nuestro argumento de cara a la administración debe ser cultural y espiritual. Tenemos que poner los datos so- bre la mesa porque consideramos que tiene cierto valor en la sociedad en la que vivimos y, por lo tanto, debemos exigir unas condiciones que cambien la dinámica social”. Por su parte, Soto semuestra tajante: “si nos vieran como una inversión en la sociedad, las cosas cambiarían. Es necesario que haya unas bases y unos hábitos saludables”. Fernández opina que las librerías “deberían ser tratadas legislativamen- te de manera distinta porque aportamos un plus. ¿Y cuál es? Muy sencillo: la Cultura”. Reguera cierra este bloque enumerando los motivos que pue- den llevar a sus colegas a colgar el cartel de ‘se traspasa’. “Las administraciones no han sabido darle continuidad a las in- dependientes. Son tantas las que han cerrado en los últimos treinta años que solo demuestra que muchas de ellas eran in- sostenibles. Y aquellos que logran seguir adelante están tan cansados de trabajar de manera ininterrumpida que pierden lamotivación. Al final buscan otra alternativa de vida. El pro- blema que veo a medio plazo es que hay una cantidad impor- tante de gente que no tiene ninguna necesidad de libros para estar más formado, pasarlo bien o ser mejor persona. Cada vez es más prescindible. El nivel de formación tiende a ser menos importante”.

La Feria del Libro es uno de las citas anuales más esperadas por parte de los aficionados a la literatura. Además de las firmas habituales en las casetas y las presentaciones de las obras en la Plaza Nueva, los lectores pueden asistir a mesas redondas y charlas, entre otras actividades. “En estemomen- to del año se pone de manifiesto la participación y la inver- sión pública. Verbo suele llevar fundamentalmente noveda- des pero tampoco podemos atiborrar a los usuarios. A más saturación, menos información. De todas formas, la tenemos cerca y en cualquier momento podemos reponer el material”, señala Soto. Cruz, participante en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, subraya el enfoque publicitario del evento. “Está más orientado hacia el mercado editorial que a las librerías y beneficia más a los autores que al tejido local de nuestro gremio. A los del libro viejo nos da visibilidad pero las ferias deberían ser la celebración de todo un año”.

José Juan Soto: «Ponemos un empeño especial en destruir tópicos» Antes de abandonar el escenario del antiguo Teatro Impe- rial, Soto, Cruz y Fernández se detienen a elogiar la trayec- toria y elocuencia de Julio Reguera, próximo a su jubila- ción. El veterano librero pone el broche final de la charla asegurando que intentará que el negocio continúe gestio- nado por otro equipo. “Sentir que eres alguien que forma parte de tu microcomunidad resulta amabilísimo. Es nor- mal que sea complicado desvincularte de tu trabajo y de tu gente. Cada vez que cierra un pequeño negocio familiar me da una pena extraordinaria. Para mí fue muy triste el día que cerraron el asador de pollos de Los Terceros y el bar 6,40 en la calle Alhóndiga”.

Librería Reguera

Daniel Cruz: «Nuestro

argumento de cara a la administración debe ser cultural y espiritual»

Librería Boteros. Fotografía: José Morán Antequera

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