Especial Premios La Voz 09-11-2018-SUPLEMENTO

ESPECIAL XIII PREMIOS LA VOZ

LA VOZ S U P L E M E N T O E S P E C I A L V I E R N E S 0 9 . 1 1 . 2 0 1 8

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L a etimología es una ciencia tan inexacta, que tiene en la mudanza uno de sus principios básicos. El significado de las palabras es tan cambiante que a veces se hace necesario buscar en el baúl de los recuerdos el nombre exacto de las cosas, que decía Juan Ramón Jiménez. A la «intelijencia» se encomendaba nuestro Nobel de Literatura para dar con el término exacto, «…Que mi palabra sea la cosa misma». Y es que no hay nada peor que abaratar el lenguaje, bajar el precio de lo que significan las palabras y perder el referente a lo que un día dio nombre a las cosas que nos rodean. Ocurre constantemente, tende- mos a identificar significado y signi- ficante y a desechar, por modas, por ideologías, por consignas políticas o por costumbres, algunas de las pala- bras más hermosas y más rotundas de nuestro diccionario. Lealtad, ho- nestidad, honradez, cotizan a la baja y cuesta, incluso, incluirlas con nor- malidad en cualquier discurso, bajo el pretexto de que forman parte de un ayer, de algo que pasó y, por su- puesto, de algo que no va con los tiempos que corren. Es el caso de «premio», que procede etimológicamente del latín «praemium» y que hace referencia a lo mejor, a lo superior, a lo que destaca sobre todos los demás. El castellano lo importó, sin embargo, y a pesar de nuestra herencia latina, del inglés «premium» y lo transformó en «gratificación», en «ganancia», otorgándole un sentido mercantil que distaba mucho de aquella excelencia con la que se dignificaba a los más notables de la sociedad, como si el matiz de recompensa, diera carta de naturaleza a algo que está dentro de la naturaleza del hombre mismo. Y es que, si siguen siendo malos tiempos para la lírica, mucho peores son para la épica, en una época en la que «ponerse de lado», «pasar desapercibido» y «tener un perfil bajo», son los tres mandamientos de la iglesia de la supervivencia en la que todos, en mayor o menor medida, profesamos nuestra fe. «No destacar» sería el cuarto precepto, en el que se resume toda la doctrina social de esta religión que mira siempre para otro lado y que no distingue de edades –desde el colegio, intentando mimetizarnos con la banca para que no nos pregunten, hasta la oficina, repitiendo la jaculatoria, «que no me cojan a mí»–, ni de género, ni de número. Por eso, en estos tiempos del cólera, se hace necesario, más que nunca, distinguir a quienes, dando un valiente paso

peligros, de tormentas y de tiburones hambrientos del «pez chico». Catorce años informando, opinando, cuestionando y adaptándose a los tiempos en los que le ha tocado vivir, pero sin flaquear en uno de sus principios básicos, el de la fidelidad. Y fieles a ese empeño por demostrar que debajo de los adoquines sigue estando la playa, llega a una nueva edición de los Premios LA VOZ una edición que a pesar de ser la número trece, viene con la suerte debajo del brazo. Porque durante todos estos años, el periódico ha ido cuidadosamente seleccionando a los premiados en virtud de su excelencia, –de hecho, la nómina de premiados es en sí misma un premio para nuestra provincia– pero la vez ha ido sembrando esa misma excelencia en su día a día. Y el que siembra, recoge, que dice el refrán castellano. Por eso, en este año LA VOZ de Cádiz es, además, el premiador premiado. María Almagro, Verónica Sánchez, Antonio Vázquez, Miren Landeta, José María Aguilera, Francisco Apaolaza, la sección de Deportes y hasta esta que les escribe, han reci- bido durante los últimos meses el reconocimiento, el «praemium» a la excelencia en sus respectivas labo- res poniendo el énfasis en que el es- fuerzo, la constancia, la honestidad y la honradez no son palabras del ayer, sino términos de un futuro que, aunque a veces parece incierto, se construye día a día. Con trabajo. «Fieles a ese empeñopor demostrar que bajode los adoquines sigue estando la playa llega una nueva edición de los Premios LAVOZ» «Lomejor está en el lado del trabajo, del esfuerzo y la constancia, términos que por otra parte desechamos hacemucho tiempo» Con el mismo trabajo con el que Pasión Vega, Ángel León, Ángel Expósito, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y Navantia se suman este año a la nómina de premiados por LA VOZ llamando siempre «Cádiz» a todo lo dichoso, llevando por bandera a una provincia que no se resigna a ser siempre la última. Un catálogo de premiados en el que la etimología se hace carne y habita, para siempre, entre nosotros. Los mejores del equipo. Lo mejor de cada casa. La clase «premium».

YOLANDA VALLEJO LA CLASE PREMIUM

«Premio» procede etimológicamente del Latín y hace referencia a lo mejor, a lo superior, a lo que destaca sobre los demás

Ignacio Moreno, Verónica Sánchez y Antonio Vázquez, de LA VOZ, recogen uno de los premios periodísticos que concede el Ministerio de Defensa. :: L. V.

la constancia, términos que por otra parte también habíamos desechado hace mucho tiempo. Catorce años lleva LA VOZ de Cádiz nadando a contracorriente, sin descanso y sin manifestar cansancio alguno. Ya es mérito, en medio de un océano de

al frente, sobresalen de entre el común de los mortales por su buen hacer, por sus habilidades, o por su simple existencia –siempre nos costó reconocer lo del «primus inter pares»– y ponen de manifiesto que «lo mejor» está en el lado del trabajo, del esfuerzo y de

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