Así Fue Córdoba 2022

8 ASÍ FUE CÓRDOBA 2022

SÁBADO, 31 DE DICIEMBRE DE 2022 ABC abc.es

Política

EL PP ARRASA EN LAS ANDALUZAS

Celebración de los resultados de as andaluzas en la sede del PP

ABC

Un presidente del Parlamento, tres consejeros y un secretario general tras la victoria de Moreno abren un nuevo periodo en el partido

pe de Soraya Sáenz de Santamaría. El cuento, sin embargo, ha cambia- do. Por cosas que ocurren en la vida, una integración selectiva de acti- vos, los populares cordobeses han ido contando cada vez más. No a la altura del poderoso grupo de Málaga pero de una manera nunca vista hasta ahora. Jesús Aguirre se había convertido durante lo más grave de la pande- mia en la cara de la Junta. De hecho, en un icono pop por sus comenta- rios y por las bromas que se realiza- ban a su costa. Acabó de presidente del Parlamento tras un mandato completo como consejero de Salud. Él mismo se extrañaba porque era el único responsable autonómico sanitario que no había sido releva- do. Hasta Pedro Sánchez cambio de ministro cuando Salvador Illa asu- mió la candidatura del PSC y fue relevado por Carolina Darias. No fue el único ascenso. José Antonio Nieto, al que se le daba pre- maturamente por amortizado, fue nombrado consejero de Justicia y Función Pública. Era una conse- cuencia lógica de su trabajo como portavoz parlamentario donde había recibido reconocimientos a izquierda y derecha. Moreno fichó para su primer gobierno de la abso- luta a José Carlos Gómez Villamandos como consejero de Universidades. El que fuese rector acababa de abandonar su cargo en la UCO que llevaba aparejado la pre- sidencia de la conferencia de los

rectores españoles. Rocío Blanco fue la única consejera nombrada por Ciudadanos que se salvó de la limpia posterior a las elecciones. Ha habido rescates (Juan Marín, Rocío Ruiz y poco más) pero en cargos simbólicos. Quizá el nombramiento más señalado para los populares cordo- beses sea el de Antonio Repullo. Abogado del partido durante años, a pesar de su juventud, forma parte de la misma generación que políti- cos como José María Bellido (quien fue señalado para dirigir las políti- cas municipalistas en el congreso andaluz, que organizó). Delegado del Gobierno en Córdoba en la ante- rior legislatura, el tándem Moreno- Elías Bendodo le señaló como la persona correcta para hacerse cargo de las tripas orgánicas. De coordinador general pasó a secreta- rio general cuando se formó el Gobierno. Es el responsable de mantener la tensión orgánica de cara a las municipales y las genera- les. Todo este cambio (más los respec- tivos nombramientos de segundo nivel) han generado una nueva dis- posición de fuerzas en los nombra- mientos locales. Como ocurrió en otras provincias, se optó por unifi- car la presidencia provincial del partido con la titularidad de la Delegación del Gobierno en la per- sona de Adolfo Molina que ha opta- do por nuevos valores como Araceli Cabello como secretaria general.

noches de comicios. Siete diputa- dos, siete, fueron la cosecha que nadie esperaba. Tanto es así que desbarató todas las previsiones que se habían realizado en los meses previos en la campaña. El exalcalde de Córdoba José Antonio Nieto optó por no ir en la lista cuando entendió que la fórmula paritaria, la cabecera de lista de Jesús Aguirre y los com- promisos que se habían contraído lo dejaban en la compleja posición de no salir elegido. Los resultados finales desmintieron aquella tesis. Los socialistas, con dirección reno- vada de Rafi Crespín, lograron tres diputados. Vox revalidó un escaño y Por Andalucía consiguió otro. De Podemos, dejando fuera a la IU que también iniciaba nuevo periodo con Sebastián Pérez. El PP cordobés tenía todas las trazas para no haber pintado nada en el mapa orgánico e institucional andaluz. En las guerras primigenias entre sorayistas, cospedalistas y casadistas (estos últimos, fugaces), estuvo mayormente con Cospedal para acabar votando a Casado. A nadie se le escapa que el núcleo duro de Moreno procedía de la estir-

RAFAELRUIZ

E l 19 de julio, Andalucía se acostó con una mayoría absoluta, la primera, del Partido Popular. El granero socialista, el bastión del PSOE, a lo largo de tres décadas no solo revalidó la vic- toria de Juanma Moreno, un líder improbable hasta para los suyos en sus inicios, sino que lo hizo de forma incontestable, aplastante, hundiendo a cotas inimaginables al que fuese partido institucional de la autonomía desde el momento cero de su generación. Ese proceso se ha realizado con la mayor presencia de cordobeses vista hasta el momento (el PP local nunca mandó gran cosa, la verdad) que ha obligado a la entrada de un grupo de dirigentes nuevos, entre los treintaipico y los cuarentaytantos, que apuntan al futuro. Nunca se había producido una fiesta electoral como la que vivieron los populares cordobeses en el hotel donde siempre llevan a cabo sus

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