BulevarSur N7 Sevilla Otoño 2019

Mirando al Sur |

Tras tu formación, llega el salto internacional con un puesto de estilista en prácticas en París, concretamente en la oficina de diseño Poisson Rouge ¿Fue un cambio meditado o cuestiones del destino? Mi traslado a París fue algo muy buscado y nada meditado. Desde que empecé a estudiar diseño sabía que quería estudiar o trabajar en París, por eso en cuanto llegué a Madrid empecé a estudiar francés y durante mis estudios de diseño me iba cada verano a Francia de intercambio. Fue durante las vaca- ciones que había terminado mis estudios cuando busqué y en- contré mi primer trabajo en el “bureau de style Poisson Rou- ge”. Esta experiencia fue increíble y enriquecedora al máximo. Enseguida pude realizar varios proyectos para distintas mar- cas. Era un trabajo divertidísimo por lo variado, con el que aprendí mucho y cuando acabó la beca me contrataron. Y continuando en París, se produjo el cambio al sector de la Alta Costura y el lujo ¿Cómo llega una sevillana a la casa Emmanuel Ungaro? Con mucha perseverancia y echándole mucha ilusión y ener- gía. Envié mi curriculum a todas las casas de Alta Costura de París y conseguí una entrevista en Emmanuel Ungaro. Re- cuerdo que después de la primera entrevista, que fue con su hermano René Ungaro, me pidieron que hiciera una serie de diseños y que volviera al cabo de una semana. Así fue como empecé a trabajar en la casa. Al principio de asistente de uno de los diseñadores seniors don- de me encargaron mi primer trabajo: la colección de pañuelos y

paraguas para Japón y China. Me inspiré en los suelos romanos antiguos, en una semana tenía un buen set de diseños y los en- señé para ver cómo iba. Para mi sorpresa los aprobó todos a la primera, pero me pidió que hiciera algunas variantes de colores para cada uno. Los diseños estaban hechos a mano, conmuchos colores, tonalidades… y en esa época todavía no se trabajaba con ordenadores ¡ahí estaba la trampa! ¿Qué podía hacer? Pero me busqué la vida y a la semana tenía todo un despliegue de variantes de colores. Le debió gustar mucho y se corrió la voz. Yo no lo sabía, pero al cabo de dos días me llamaron para que me cambiara de despacho y a partir de ahí empecé a trabajar en el despacho de Monsieur Emmanuel Ungaro y en su misma mesa. Era una mesa larga y blanca en una sala enorme don- de Monsieur Emmanuel Ungaro pasaba la mayor parte del día modelando sobre una de las maniquís de carne y hueso. Fue una experiencia maravillosa. Ayudaba a preparar y asistía a los desfiles de Alta Costura y de Prêt a Porter, estaba presen- te en las reuniones y pruebas de las clientas. Yo iba y venía de un taller a otro de la casa dando indicaciones sobre bordados de pedrería o flores, ajustes, dibujando, subiendo y bajando con tejidos espectaculares para el modelaje. También allí me hicieron “Catherinette”, es una tradición francesa. A todas las chicas menores de 25 años y solteras que trabajan en las casas de Alta Costura, el día de Santa Catrine- tte se les ofrece una celebración especial. El alcalde de París da una recepción en el Ayuntamiento, ellas acuden con un sombrero que les regala cada casa hecho por ellos en colores verdes y amarillos y vestidas de negro. Va toda la prensa. Es muy espectacular y todo un honor.

Alejandra posa para Bulevar Sur en su despacho.

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