BulevarSur N8_Verano 2020-pliegos

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¿Qué idioma hablan? Recuerdo que durante un viaje la galerista Patricia Serra me dijo que el Arte es una suma de idiomas que desarrollan los artistas. He trabajado para que mis obras tengan esa pauta re- conocible, una suerte de figuración que muestra la traducción que hago del medio que nos rodea. ¿Cuáles son las palabras que más te han influi- do en tu trayectoria? Para mí la pintura es una forma de vida y ésta está llena de conceptos. A veces son duros, hostiles o tristes y en otros mo- mentos radiantes, enérgicos… Necesito un gran abanico de palabras para poder alcanzarlos. Pero si tengo que elegir algu- na sería constancia y profundidad. ¿Cuánto tienes de investigadora? ¡El 90%! Teniendo en cuenta que mi formación académica versa en ciencias jurídicas. Ha sido un sin fin de pruebas y de visitas a talleres cercanos en los que aprender sobre técnicas y materiales. En cuanto al plano más conceptual, nunca es demasiado. Tengo una necesidad continua por saber más. ¿Y en el proceso de investigación, cuáles ha sido tus hallazgos insólitos? Viajar me ha llenado siempre de ideas. Cuando te imprimes en la cultura de un lugar sus formas de expresión también te impregnan. El barro cocido y la escultura llegaron a mí en Bari en la región de la Puglia (Italia). Al llegar a casa esa visión se completó implementando técnicas con cal apagada. Elemento muy unido a mi familia.

¿Qué es lo que te deja boquiabierta? Que a día de hoy la cultura siga dependiendo de qué partido gobierne en ese momento. Al ser un espejo de nuestra socie- dad que aglutina tantas disciplinas debería ocupar una situa- ción de interés que a día de hoy no tiene. Pero mantengo la esperanza de que esto cambie con la acción de muchos que con nuestros proyectos aportamos nuestro granito de arena. ¿Qué mundos has unido para crear tu propio mundo? Al nacer nos incorporamos a historias que ya han comenza- do. Es como una especie de memoria colectiva y añaden carga emocional. Como pasa con la cal en mis obras por ejemplo. A estos mundos habría que sumar la fuente inagotable que es el arte clásico que aporta una evasión necesaria y del que emanan otros muchos movimientos. ¡Ah, Italia!

María José dibuja para conocer el mundo y en ocasiones para reconciliarse con él.

Te sientes muy unida a la Mona Lisa, ¿guardas tam- bién algún misterio en tus obras? La Gioconda ha sido una de las obras que más interpretaciones y especulaciones ha tenido a lo lar- go de la historia. Lo que me atrae es precisamente ese matiz. Cada uno ve en ese retrato algo pro- pio, sigue actualizándose. En los retratos intento captar ese halo espacial, que el gesto retenga un sutil magnetismo.

María José Gordillo en su estudio de Sevilla

S u padre quiso para ella otra profesión y, a su vez, ella ha encontrado la inspiración en la profesión de su padre, calero en Morón de la Frontera, para su proyecto más reciente. Pura retroalimentación. Desde el primer garabato, pasando por los dibujos en la escuela y los retratos a escondidas en los apuntes de la Facultad, el arte siempre ha marcado el rumbo de su camino. Para satisfacción de su padre eligió la carrera de Derecho, pero al finalizar sus estudios universitarios y, tras pasar un período de prácticas, no encontró oportunidad laboral ni motivación para continuar buscándola. Los pinceles, aquellos que había dejado a un lado, la estaban llamando y ella volvió a sostener- los entre sus dedos de una forma instintiva. ¿Cuál ha sido tu mayor acto heróico/valiente? Con algo de perspectiva supongo que el día que decidí apostar por el Arte dejando atrás lo que hasta ese momento había sido mi mundo, amigos, familia… Hacía un año que me había gra- duado en Derecho ¡Era una locura! Fue muy duro pero, si era lo que quería hacer, había que dar este radical salto.

"Cabeza de Efebo". Ilustración al óleo

¿A qué puertas has llamado y no te esperabas encontrar abiertas? Sin duda, en Alemania encontré no sólo espacios expositivos muy interesantes para mí sino también personas que me han hecho mejorar. Con el primer “sí” me sentí eufórica, valora- da… Sobre todo cuando llevas horas caminando, días contac- tando, meses insistiendo. ¿En qué momento decidiste detener? Cuando dejé de sentirme identificada con lo que estaba ha- ciendo. Pasé de abogada en prácticas a pintora. Aunque pen- sándolo mejor, no me detuve, más bien cambié el ritmo y la orientación. Todo se volvió etéreo y difuso, pero también auténtico. ¿El inicio de tus obras son palabras? Siempre he tenido cuadernos en los que apuntar ideas, esas que se olvidan transcurridos unos segundos. Son fugaces pero en muchas ocasiones certeras. Tras cada una de mis composiciones hay textos, citas, pensamientos y reflexiones. Conceptos de una realidad que interpreto y plasmo en mis obras.

"Mother". Acrílico sobre lienzo. Una obra realizada para el concurso interna- cional de pintura en homenaje a Rafael Zabaleta en el Museo Zabaleta.

Algunos de los bocetos que María José pinta en sus cuadernos

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