BulevarSurPrimavera_2018

Mirando al Sur |

A los 20 años, yo ya llevaba cazadoras de cuero. Puede parecer que los ingleses son muy clásicos pero, al final, tienen sus atre- vimientos. - Pero usted los ha trascendido. La co- lección es un derro- che de color. - Ahí sí reconozco mi sello. Pero también me he inspirado en In- glaterra, aquí hay co- lores igualmente. No obstante, cuando me preguntan de dónde viene mi obsesión por el color, la respuesta es evidente: de España. - ¿En qué tipo de mu- jer piensa cuando dibuja? - Normalmente, en mi hermana, que es una mujer muy andaluza, guapa, elegante, con una melena negra pre- ciosa. Su estilo se basa mucho en la combi- nación de marcas. La mezcla, como decía, es buena. Yo me crié con ella, mi madre y mi

cambiar los colores del diseño del espacio en el que iba a celebrar- se. “Todo rosa”, exi- gió. Lo tiene claro: “La única forma de diseñar productos diferentes es que todo cuadre en el discurso que tienes en mente, que haya un diálogo entre todo lo que haces, desde el montaje del show al marketing y la comu- nicación”, asegura. - Antes ha menciona- do que cada etapa le ha aportado algonue- vo, que le gusta cam- biar. ¿Cuál será el si- guiente paso? ¿Nunca ha pensado en crear su propia firma? - A veces pienso en ello… pero luego veo que estoy bien traba- jando para grandes marcas. Diseñar a pe- queña escala te limita más que contar con una distribución pode- rosa como la que tiene Mulberry, que fuera de Inglaterra cuenta con más de 100 tiendas y que tiene a 600 per-

Modelo luciendo conjunto de la nueva colección 2018 presentada en la London Fashion week.

otra hermana. Esto me aportó una forma de pensar muy femeni- na. Desde pequeño les fabricaba vestidos para sus muñecas. Y me recuerdo embelesado viendo a mi madre arreglarse… es un rasgo de la cultura andaluza que no tiene nada que ver con tener más o menos poder adquisitivo sino con buscar aquello que te sienta mejor. Observo que en España las chicas compran mucha ropa, que les encanta estrenar y son muy coquetas. De ahí el éxito de las firmas low cost. - Diría que lo que menciona es un fenómeno más relacio- nado con la juventud de hoy que con la nacionalidad. Es esa idea tan millennial de que es mejor tener una prenda nueva que una buena. ¿Cómo se llega a este público en una marca de gama alta como Mulberry? - Estoy de acuerdo, hay un cambio generacional en la mentalidad de consumo. Trato de adaptarme al cambio diseñando para per- sonas que pueden tener dinero o no tenerlo. Johnny pide una ensalada mientras reflexiona sobre su pasado, su carrera y su momento actual. Ser “el boss ”, bromea, le ha he- cho sentirse más libre que nunca. A unos días del desfile, mandó

sonas dedicadas a la fabricación de bolsos. Es una garantía para saber que lo que haces llegará a muchos lugares y personas. Sí, me han puesto dinero por delante para hacer mi propia marca pero no ha llegado ese momento. Lo que sí veo más claro es regresar a España y trabajar desde allí. Materia prima, talento y calidad hay, desde luego. - Cuando le llegan ofertas para un nuevo puesto, ¿qué es lo que más valora? - Sobre todo a la gente, saber con quién vas a trabajar. La marca es importante pero si no te gustan las personas que hay detrás, no hay nada que hacer. - ¿Sabría decirme cuál es la cualidad más importante para un diseñador? - La honestidad, claramente. Y conocer bien qué quieres hacer. - ¿Cómo hace para mantenerla? - Procuro no mirar hacia los demás sino escucharme a mí mismo. También me esfuerzo en tener una dinámica de trabajo relajada. ¿Qué necesidad hay de trabajar hasta las tantas el día antes de un

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