CORDOBA EN NAVIDAD 2021

|Córdoba en Navidad

ron a formar parte de la comitiva de las carrozas. Seis años más tarde, se produjo el debut de la Reina de los Patios Cordobeses en el desfile se hizo por primera vez, decisión que dotó de un punto de modernidad a la cabalgata. Además, se incrementó de progresivamente las reservas de caramelos con los que obsequiar a los más pequeños desde las carrozas de los pajes.

la ciudad califal a bordo de un tren, demostran- do que los tiempos y los medios de comunica- ción cambian incluso para tres sabios de un leja- no lugar de Oriente. QUERIDOS REYES MAGOS… El Día de Reyes será, como habitualmente, una jornada de madrugones provocados por la adrenalina infantil para comprobar si Melchor, Gaspar y Baltasar han leído bien la carta que los

peques enviaron hace semanas. Un concierto de papeles de envol- ver rasgados y de gri- tos ahogados por la emoción del regalo más deseado, de apu- rar los turrones, maza- panes, mantecados

Las reservadas para albergar los tronos de los Reyes Magos cre- cieron en calidad artís- tica, con lo que el nivel general de la fiesta subió enteros.

Algunas barriadas periféricas como Alcolea o El Higuerón disfrutarán de una generosa chocolatada la víspera de Reyes

Todo un acontecimiento resultó el desfile de SS.MM. de 1966 ya que fue totalmente motoriza- do. Ninguno de sus acompañantes iba a pie, con lo que se ganó en agilidad y organización. En 1975, la primera Cabalgata que se realizó en Córdoba cumplía sus bodas de oro. Y se suma- ron nuevas carrozas con grupos de campanille- ros y coros cantando villancicos, procedentes de diferentes pueblos de la provincia. Sin embargo, las buenas nuevas y sorpresas no acabarían ahí. Allá por 1991se produjo, por pri- mera vez, la llegada Melchor, Gaspar y Baltasar a

–que se alejan, a buen seguro, de los buenos propósitos de dieta estricta de año nuevo–- mientras cogemos disimuladamente un trozo de Roscón de Reyes y lo mojamos en chocolate. Sin embargo, también es el día para hacer balance –de los que están, de los que no y de los que se fueron para no regresar– y de ver que las reuniones (bulliciosas a veces) en familia no son tan malas. Sobre todo, si las comparamos con las del año pasado en que volver a compar- tir mesa y mantel con nuestros seres queridos nos parecía el mejor regalo que nos podían hacer los Reyes.

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