ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

ALEJANDRO ROJAS-MARCOS Alcalde de Sevilla Tras el sueño, lo real

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

3 MAYO

1991

ALGUNA VEZ SE DEFINIÓ COMO UN SOÑADOR, ACASO LA CUALIDAD MÁS DESTACADA EN UNA PERSONALIDAD CARISMÁTICA E IMPREVISIBLE

POR TOMÁS BALBONTÍN

La Reina Doña Sofía presidía la gala lírica con que se inauguraba el Teatro de la Maestranza, el mismo día en que entraba en servicio la estación de Santa Justa: se vivían las inauguraciones a pares entonces

Rojas Marcos presidiendo el pleno municipal en los años que siguieron a la Expo92

DÍAZ JAPÓN

F UNDADOR, estandarte y factótum del andalucismo hasta su práctica disolución, Alejandro Rojas-Marcos llegó a la Alcaldía de Sevilla meses antes de la

en marcha un programa de ayuda a la rehabilitación que contribuyó al general lavado de cara de Sevilla para la ocasión. Pero no todo fueron oropeles, porque

inauguración de la Expo 92, en junio de 1991, gracias a un pacto con el PP de Soledad Becerril. Abogado de gran experiencia política –había sido sindicalista estudiantil, concejal por el tercio familiar e incluso fue desterrado a Écija durante los estertores del franquismo– se había caracterizado por sus polémicas y sus denun- cias contra lo que consideraba excesos y desmanes de los promotores de la Exposición Universal, que a esas alturas estaba práctica- mente lista a falta de las últimas obras contra reloj y eran ya una realidad asumida por la ciudad. Consciente de ello, lo primero que hizo fue llamar a todos los sevillanos a una «toma de la Cartuja» a fin de «sellar la definitiva unión de Sevilla con su Exposición y el inicio de la conversión de la Cartuja en un barrio más de la ciudad». Rojas-Marcos, el alcalde del eslogan «Amo Sevilla», intentó que la ciudad brillara especialmente para la ocasión y, aficionado a las grandes puestas en escena, implementó una campaña institucional de imagen, «Sevilla, ciudad universal», cuyo objetivo era la realiza- ción, mediante patrocinios o colaboración privada, de una serie de actuaciones de mejora del paisaje urbano e iniciativas socioculturales. La campaña permitió adecentar numerosos edificios y monumentos. Se creó también un cuerpo de voluntarios, los Cicerones de Sevilla, se recuperó el entoldado de las calles y se puso

pronto surgieron desavenencias con el comisariado de Sevilla para la Expo que culmi- naron con el sonado cese-destitución del duque de Alba, Jesús Aguirre, y, pasados los fastos, la penuria económica municipal se manifestó en toda su crudeza y no tardaron en aflorar públicamente las enormes discrepancias, casi incompatibilidad de caracteres, de los socios del equipo de gobierno, Rojas-Marcos y Soledad Becerril, que lastrarían toda su gestión y la del mandato posterior. Así las cosas, el Ayuntamiento reorientó su actuación hacia los barrios peor dotados –ahora el lema mutó a «Amo Sevilla barrio a barrio»– y, por otra parte, propuso la rentabilización de las nuevas infraestructuras aferrándose a un sueño olímpico que duró diez años y se saldó con una gran frustración tras tres intentos fallidos y un costosísimo estadio presuntamente olímpico al que aún hoy, clausurado, se le sigue buscando utilidad. Por lo demás, Rojas Marcos legó a Sevilla, junto a su peculiar y controvertida forma de hacer las cosas, la constante, tenaz y a la postre fructífera en parte reivindicación del Metro, el ajardinamiento del Prado de San Sebastián o la Buhaira, el inicio de las peatonalizaciones con el cierre al tráfico de la calle Tetuán y, entre otras quimeras, la promesa incumplida de una espectacular playa fluvial. Las cosas de Alejan- dro.

VIDAS DE PAPEL

24/6/1991 El Rey Don Juan Carlos celebró su onomástica en los jardines del Alcázar, palacio real al fin y al

cabo, y el alcalde Rojas-Marcos le

entregó el bastón de mando de la ciudad 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

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