ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Fundadora de las Hermanas de la Cruz Altar a la gloria MADRE ANGELITA, LA HUMILDE ZAPATERITA QUE FUNDÓ LA ORDEN MÁS QUERIDA DE SEVILLA, SUBIÓ A LOS ALTARES EL AÑO 2003

VIDAS DE PAPEL

POR GLORIA GAMITO

S OR Ángela de la Cruz fue canonizada el 4 de mayo de 2003 en Madrid por el Papa Juan Pablo II. Más de unmillón de personas asistieron a la ceremonia en la plaza de Colón, en la que también fueron glorifica- dos dos sacerdotes andaluces, Pedro Poveda y José María Rubio, y las religiosas Madre Maravillas y Genoveva Torres. Cinco españoles santos y un Papa, santo súbito, que lo sería en tiempo récord. El acto coincidió con el final de la Feria, pero miles de sevillanos fueron a Madrid para acompa- ñar a las Hermanas de la Cruz en ese día tan anhelado. La imagen del Papa, anciano, enfermo y al pie del cañón, contrastaba con la del joven, apuesto y enérgico Pontífice que 21 años antes, en 1982, en el primer viaje de un Papa a España, beatificó en Sevilla a sor Ángela y fue el primer devoto que se arrodilló para rezar ante su cuerpo incorrupto. Tras la canonización, Sevilla demos- tró a lo grande su veneración por Santa Ángela en los actos programados por el cardenal Amigo del 7 al 11 de mayo. El cuerpo incorrupto de sor Ángela permaneció en la Catedral esos días y fue visitado por miles de devotos. Los traslados 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

concentraron a 175.000 personas a la ida a la Catedral y 200.000 a la vuelta al convento. Santa Ángela de la Cruz fue una elegida de Dios. El Espíritu Santo la transformó, la iluminó para ver a Jesús, al Cristo de la Cruz, en los pobres, en las personas que sufren, en los más desvalidos, viviendo la pobreza más absoluta, tanto física como espiritual, el Evangelio más radical. De cuna pobre y humilde, esta zapatera con escasa formación, que hizo prodigios desde muy joven, sin haber leído a Santa Teresa de Jesús ni a San Juan de la Cruz, escribió páginas místicas a su altura, construyó un altar a la voluntad de Dios, y una vida de cruz, humildad y renuncia para ella y sus hijas en la que los pobres son sus amos y señores. En la ciudad dual que es Sevilla, donde toda idea y acción tiene su contrario, y casi todo surge por oposición, la figura de Sor Ángela es especial porque suscita cariño unánime. Decía el padre José María Javierre, su biógrafo, que es el único caso de persona admitida, querida, admirada y mimada por toda la sociedad sevillana. Y lo fue desde que los sevillanos la conocieron a ella y sus

3/8/1975 Sor Ángela vive en su obra, el instituto de las Hermanas de la Cruz que celebró el primer centenario con una eucaristía oficiada por monseñor

Cirarda, antiguo auxiliar de Bueno

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