ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

ANTONIO BURGOS Escritor Sevilla en un recuadro

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

7 JUNIO

«La Justicia ordena el derribo total e inmediato de la biblioteca del Prado», un edificio de la arquitecto Zaha Hadid en una zona verde recalificada que los vecinos habían rechazado 2012

COMO EL TOREO GRANDE SE HACE CON LOS PIES EN UN PANDERO, EL DEL ARCO DEL POSTIGO HA ESCRITO SIEMPRE EN UNA LOSETA

POR ALBERTO GARCÍA REYES

L OS buenos bailaores, los que hacen propia muerte les diga ole al oído mientras se pasan el toro por la cintura, son los que torean con los pies metidos en una pandereta. Los buenos escritores, los que son capaces de conmover a las palabras que van ordenando, son los que pueden contar el mundo entero en un recuadro. Antonio Burgos Belinchón (Arco del Postigo, 1943) escribe con los pies juntos, con las manos como palomas, con las yemas de los dedos manchadas de tinta, con la prosa en los bolsillos del chaqué que le cortó su padre, su farol de cruz de guía, el alfayate que hilvana sus versos. En 2012 se cumplieron 50 años de su primer recuadro en ABC, su primera faena en redondo, aunque todavía con pseudónimo. Nicolás Salas lo incluyó en la terna oculta de autores de la sección «Sevilla al día», que poco después cambió de filosofía y sacó a la luz las firmas de los tres maestros que plumeaban ese comentario sobre las cosas de la ciudad: Manuel Ferrand, Joaquín Caro Romero y Antonio Burgos. Ferrand ganó el Planeta con la novela «Con la noche a cuestas». Caro Romero ganó el Adonais con el llorar a Dios cuando se desplantan, son los que saben bailar en una loseta. Los buenos toreros, los que consiguen que la

tenido tiempo de meter en un recuadro una Sevilla que estaba ante nuestros ojos, pero que sólo había visto él. Y lo ha hecho con una independencia que sólo está al alcance de aquellos a los que Dios ha tirado una bolita en lo alto. La grandeza de Burgos está en que su obra no es fruto de la técnica, que domina como nadie, sino del talento. Dice un aforismo que el oficio nos condena y el estilo nos libera. El del Arco del Postigo ha sido siempre libre porque no ha necesitado rubricar sus obras para que se le reconozca en ellas. Y eso le ha permitido ser una de las tres letras de ABC de Sevilla. O una grapa. O una cara de la Giralda. O una puerta de la Catedral. Burgos es Sevilla contada por sí misma. Un pregonero de la Semana Santa recogiendo el premio Mariano de Cavia en Madrid con miel de torrija en el paladar. Un genio irrepetible que resume su mundo a su mujer, Isabel Herce, a su hijo, a sus nietos, a sus amigos escogidos, a sus gatos y a su cuna. Un escritor histórico que todos los días, con la misma naturalidad con la que todo el dolor cabe en un ay, consigue que Sevilla quepa en un recuadro. Porque nadie ha escrito la palabra Sevilla,

tan escueta, con tanta grandeza como él. Sin salirse jamás de la jurisdicción contra- ria. Por derecho y con los pies juntitos.

poemario «El tiempo en el espejo». Pero los dos abandonaron el yugo del artículo cada tres días. Descu- brieron que no es lo mismo escribir cuando se tiene una idea que cuando se tiene una obligación. Esa batalla sólo la aguantó Burgos, que se quedó con el traspaso de aquel espacio de papel y comenzó a firmar sus textos sólo con su apellido hasta alcanzar la cima de cualquier autor: el bautizo de los lectores. Fueron ellos quienes comen- zaron a denominar popularmente el «Sevilla al día» como el «recuadro de Burgos». Hasta hoy. El gran maestro del periodismo sevillano contemporáneo también ganó premios, muchos, como el Ateneo de novela por «Las cabañuelas de agosto», pero sin salirse de su loseta. Mientras escribía obras de culto como «Andalucía, ¿tercer mundo?» y memorias faraónicas como las de Curro Romero, cumplía cada día, sin faltar uno solo, con la máxima atribuida a Quevedo cuando entregó un tocho al editor y éste, reprochándole la largura de su obra, le preguntó: «¿No ha podido usted escribir un poco menos?». A lo que don Francisco contestó: «Es que no he tenido tiempo». Antonio

El maestro Antonio Burgos escribe diariamente desde hace 57 años

VIDAS DE PAPEL

6/11/2013

Antonio Burgos, en el centro, en la cena de los Cavia donde recogió el premio Luca de Tena como reconocimiento a toda su trayectoria de más

de cincuenta años firmando en ABC

Burgos ha conseguido la eternidad diariamente. Ha 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

J.M. SERRANO

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