ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

MANUEL CHAVES NOGALES Periodista El hombre que estaba allí

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

ABC publica en primicia la noticia del fallecimiento del dramaturgo utrerano en su edición de Madrid: «A las cinco y media de la mañana de hoy ha fallecido D. Joaquín Álvarez Quintero» 1944 14 JUNIO

EL PERIODISTA QUE DENUNCIÓ LOS TOTALITARISMOS DEL SIGLO XXMUERE EN EL EXILIO EN UN LONDRES ATACADO POR LOS NAZIS

POR EVA DÍAZ PÉREZ

L A soledad y el olvido siguen nutriendo esa tumba. La tumba de Manuel Chaves Nogales no tiene lápida y el árbol que crecía a sus pies fue talado en algúnmomento. Ese lugar es el símbolo del exilio: silencio, abandono y raíces arrancadas. Y, sin embargo, quien descansa allí es uno de los héroes de nuestra historia, el hombre lúcido, la metáfora de la tercera España. En la tumba CR19 del cementerio de Fulham en Kew, cerca de Londres, yace Manuel Chaves Nogales, el escritor y periodista que narró la pesadilla del siglo XX. Un testigo de su tiempo que murió demasiado pronto: antes de que se clausurara el horror de la Segunda Guerra Mundial que lo había llevado hasta Inglaterra, huyendo de los totalitarismos. Chaves Nogales murió el

8 de mayo de 1944 por las complicaciones de una operación. El día de su muerte caían sobre Londres las bombas de los nazis, ese terror uniforma- do del que había advertido en sus crónicas, cuando recorrió Europa escribien-

VIDAS DE PAPEL

Su familia se entera de su muerte por la BBC. En Sevilla reinaba el silencio

ABC

do sobre el ascenso del nazismo, el fascismo y el comunismo. Sólo tenía 47 años pero había conseguido contar las terribles paradojas de su época con

después de escapar de París ante la llegada de los nazis. Su exilio inicial había comenzado con su salida de España

una asombrosa claridad. La misma lucidez con la que había aportado otra mirada sobre su Sevilla natal en su primer libro: «La ciudad». El día de sumuerte, en Sevilla triunfaba el silencio. Todo parecía de un sórdido y viscoso color gris. La ciudad posterior a Queipo de Llano era uno de los territorios de la paz. De la paz impuesta a los vencidos. Hacía años que había acabado la guerra aunque se seguía fusilando a los disidentes con silenciosa discreción. Nada alteraba la tranquilidadmás que las batallas diplomáticas del cardenal Segura con Franco. A esa Sevilla inquietantemente silenciosa llegó la noticia de la muerte de Manuel Chaves Nogales. Su hermano José, propietario de un negocio de bicicletas y de aparatos de radio frente a la puerta del Perdón de la catedral, conoció la noticia tras escuchar uno de los programas en español que tenía la BBC. La familia del periodista se encontra- ba refugiada en El Ronquillo. Chaves Nogales había huido a Inglaterra 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

en plena Guerra Civil. Él era un demócrata republicano, un personaje «perfectamente fusilable por ambos bandos», los fascistas y los comunistas y anarquistas, como él mismo había escrito en el revelador prólogo de su libro de relatos «A sangre y fuego». Chaves Nogales era el hombre lúcido, visiona- rio, crítico y sensato que siempre estaba allí. El periodista que supo ver enmedio del bosque de la guerra los errores de ambos bandos, sin radicalis- mos. Igual que hizo cuando denunció la cobardía de la democracia francesa durante la Segunda Guerra Mundial en «La agonía de Francia». Un valiente que había que borrar de nuestra memo- ria. El incómodo periodista que fue condenado por el régimen franquista y luego silenciado en la Transición por su adscripción a esa siempre incomprendida Tercera España. El hombre que siempre estaba allí y que felizmente ha sido recuperado como símbolo de la lucidez y la inteligencia crítica.

11/12/1983

El furor autonomista dejó esta antología de grandes autores andaluces en la que Julio Manuel de la Rosa glosó «Juan Belmonte, matador de toros» y «La ciudad», de Chaves Nogales

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