ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

CAYETANA FITZ-JAMES STUART Y SILVA Duquesa de Alba La sevillana más noble

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

17 JUNIO

La mujer del presidente de la República Argentina, Eva Duarte de Perón, hace escala Sevilla en su viaje a España. La Perona, como la bautizó el pueblo, incluyó una visita a la Macarena 1947

SEVILLA FUE LA GRAN PASIÓN DE LA DUQUESA, QUE ELIGIÓ LA CIUDAD PARA CASARSE DOS VECES, VIVIR, MORIR Y COMO SEPULTURA

POR MERCEDES BENÍTEZ

S I hay una mujer cuyo nombre está ligado para siempre a Sevilla es Cayetana de Alba. A la que fuera durante 61 años XVIII duquesa de Alba de Tormes sólo le faltó nacer en Sevilla. A pesar de ese pequeño contra- tiempo, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva fue sevillana de pies a cabeza. Dos de sus tres matrimonios los contrajo en Sevilla, la ciudad en la que vivió mucho tiempo, pasó sus últimos años, en la que murió y en la que reposan sus restos. Sevilla fue un gran amor que nunca le traicionó. Vivió como una más: era del Betis, le gustaba el flamenco, los toros, las cofradías y todo lo que tuviera que ver con esta tierra. Su primera boda con Luis Martínez de Irujo, celebra- da en el altar mayor de la Catedral el 12 de octubre de 1947, fue el acontecimiento del año. Cayetana se casó todavía como duquesa de Montoro, la celebración por todo lo alto provocó un enorme interés. La entonces heredera del ducado más grande de España congregó a miles de personas por las calles que no quisieron perderse detalle de la entrada de la novia, que llegó a la Catedral en carruaje. Vestía traje de raso con encajes antiguos, iba cubierta con un velo de tul ilusión y coronada por la espléndida diadema de perlas y palacio engalanado con impresionantes tapices y adornos florales. El convite se sirvió entre el gran comedor y el resto de salones y patios. Hubo tartaletas de salmón, croquetas de ave, lubina a la Richelieu, langostas a la parisien- ne, timbal de langostinos, roast beef, capón de Bayona o asado entre otras delicatessen. Esa no sería la última vez que eligiera Sevilla para casarse. Tras enviudar y volver a contraer nupcias con Jesús Aguirre, la duquesa de Alba, comenzó a pasar cada vez más tiempo en la capital hispalense. No era raro verla en los toros, bailando en la Feria o presenciando la Semana Santa junto a algunas de sus amigas. Para el enlace de su hija Eugenia replicó su propia boda en la Catedral. Una de esas largas estancias sevillanas coincidió con la muerte de su segundo marido en Madrid. Entre los muchos premios que recibió figura el de hija predilecta de Andalucía, en 2006, una condecoración que provocó la protesta de los jornaleros del SOC. También quiso que su último matrimonio fuera en Sevilla, aunque en una ceremonia íntima en la capilla del palacio. Tras la ceremonia la duquesa, vestida por sus amigos los diseñadores sevillanos Victorio y Luchino, se atrevió a salir a la calle a bailar descalza mientras el público la aplaudía. Sólo tres años después fallecería en la ciudad a la que tanto amó, en la que reposan sus cenizas y que sigue considerándola su duquesa más querida. brillantes que Napoleón III regaló a la emperatriz Eugenia de Montijo. Tras la ceremonia pasó por la basílica de la Macarena, depositando el ramo de flores ante la Virgen, y se dirigió a la Casa de las Dueñas, donde le esperaban casi 2.000 invitados en un

La entonces duquesa de Montoro el día de su boda en la Catedral, el 12 octubre de 1947

VIDAS DE PAPEL

25/4/1980 Vestida de corto, montando a horcajadas por el

paseo de caballos, la imagen inconfundible de la duquesa de Alba

sirvió para ilustrar una de las portadas dedicadas a la Feria 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

EFE

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