ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

BENITO VILLAMARÍN Presidente del Betis El faro gallego del Betis

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

8 MARZO

El primer viernes de marzo es el día escogido para recuperar la participación de las cofradías en el vía crucis a la Cruz del Campo del que se cumplen cuatro siglos exactos y se interrumpió en 1873 1957

EL ASCENSO A PRIMERA TRAS AÑOS DE PENURIAS FUE EL GRAN HITO DEL MANDATARIO QUE OBRÓ LA TRANSFORMACIÓN EN HELIÓPOLIS

POR MATEO GONZÁLEZ

Aplaudido en 1961 antes de un Betis- Granada a la vuelta de una operación en EE.UU.

SERRANO

E N diciembre de 1958, una vez consumado el esperado retorno del Betis a Primera, Joaquín Romero Murube escribía en un especial de ABC en conmemoración de las Bodas de Oro del club el artículo titulado «Por qué soy bético» en el que definía el espíritu que se había forjado tras años de penurias y el paso por Tercera. «Pero en vez de adoptar esa inexplicable renunciación que hemos aplicado, para nuestra desgracia, a tantas adversidades, la de subirnos de hombros en vez de subirnos de corazón, el Betis tras la hecatombe, arremetía todas las tardes con más entusiasmo y más alegría hacia la conquista de su gloria. Esa línea de conducta sin desaliento, sin tibieza; ese remontar constante de sumala suerte y destino o circunstancias contrarios, es lo que nos redujo en el equipo de Sevilla. Su fe en sí y en los sevillanos que le seguían». De esta manera explicaba el poeta el sentir verdiblanco. Fue el Betis que tomó Benito Villamarín Prieto (Puga, Orense, 1916) en 1954 para darle a la entidad el impulso que demandaba. La historia de Villamarín es de película. Salió de Galicia tras la Guerra Civil para recalar en Sevilla, donde su tío Andrés contaba con un negocio de aceitunas en Lora del Río. Allí conoció a Ángeles Guillén, con quien se casó y evitó sumarcha a Argentina, donde le esperaba un hermano. Villamarín empezó a tener contacto con persona- lidades que tuvieron especial relevancia en el Betis como Francisco de la Cerda y, sobre todo, el general Eduardo Sáenz de Buruaga, presidente de honor del club. Villamarín acepta el reto de liderar al Betis en 1955, sustituyendo al coriano Manuel 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

Ruiz, que había sacado al equipo de Tercera. El gallego reorganiza la entidad, resiste a la oposición del Mau Mau (por el nombre de los insurgentes

kenianos) en 1957, traslada las oficinas del club a la calle Alemanes, sanea las cuentas, se conme- moran éxitos del pasado, potencia otras secciones deportivas, fortalece la cantera... Y hace un equipo que, esta vez sí, va a dar el salto a Primera. En el verano de 1957, Villamarín entrega el equipo a Antonio Barrios con refuerzos de Primera y alcanza el éxito. Con un estilo de gestión personalista y empresarial, forja un club que crece apoyado en la figura de Luis del Sol, cuyo traspaso al Madrid en 1960 fue uno de los momentos críticos de su etapa como presidente, en la que se adquiere como propiedad el estadio en 1961, que llevará el nombre de Benito Villamarín. El gallego completa una década de presidente (con estreno en Europa incluido), hasta 1965, cuando le frena un cáncer. Su carta de despedida lo decía todo: «Pongo en vuestras manos el cargo con el que la afición bética me ha venido honrando en una larga y gloriosa etapa, en la que los colores del Betis ondearon al viento de los triunfos por todos los estadios de primera magnitud. Y al hacerlo sabed que dejo en la decisión las desgarraduras de una separación que siento con la misma hondura que sentí siempre mi vinculación responsable con el Betis, en cuya dirección puse todo lo que podía dar y en la que encontré siempre el aliento de una afición dignísima y fervorosa, a cuya fidelidad tengo siempre que rendir las armas de mi afecto y devoción incondicionales». Falleció un año después, en Sevilla en agosto de 1966.

VIDAS DE PAPEL

13/8/1961

El estadio Benito Villamarín, bendecido por el cardenal arzobispo de Sevilla, quien en su alocución hizo «un muy cálido elogio de la personalidad del presidente bético»