ESPECIAL ASÍ FUE CóRDOBA 2020
22 ASÍ FUE CÓRDOBA 2020
ABC
abc.es JUEVES, 31 DE DICIEMBRE DE 2020
C armen Ramírez es una cordobesa de 55 años a la que, como a otros muchos paisanos, el Covid le ha puesto la vida patas arriba. A ella la obligó a cerrar definitivamente su tien- da en la calle Céspedes, en pleno corazón de la Judería. El comercio ha sido uno de los sectores especialmente castigados por la pandemia. Baste indicar que al acabar no- viembre esta área de actividad, en su rama minorista, suma 3.988 parados en la capi- tal. Son 655 más que hace un año (+19,6%). No es la primera vez que esta mujer, que lleva «casi toda la vida» vendiendo cara al público —estudió técnico administrativo y sus primeros trabajos fueron en el Reina Sofía y en un despacho para arquitectos, pero lo suyo, confiesa, no era meterse en el «agujero» de una oficina—, se topa con una recesión. La anterior la obligó a echar la per- siana en 2010 a su inmobiliaria «Kasa Kar- men». «Voy de crisis en crisis. No me dejan hacer un colchón», dice con una socarrone- ría con la que amortiguar los varapalos. Tras tener que dejar de vender pisos, ha- lló empleo en el comercio y a principios de 2018 entró como dependienta en una tien- da de la calle Céspedes, de la que se convir- tió en propietaria a finales de ese ejercicio —experiencia tenía, pues, previamente a la inmobiliaria, ya había llevado con su mari- do la pastelería «Horno San Lorenzo»—. Aquel comercio de la Judería iba bien, re- memora Ramírez, pero a su anterior pro- pietario «no le interesaba» seguir con él. «Tenía otros negocios», profundiza. Y ella pensó: «Para qué se lo llevara otro... Llegué a un acuerdo con él y me lo quedé». Su establecimiento, que se llamaba «Kar- men», comercializaba piezas de plata y ropa, pero, advierte, no una cualquiera. «Vendía- mos camisas de caballero exclusivas, de la marca española “Puro Arte”. Las chaquetas íbamos a Madrid a por ellas. Nos diseñaban las camisetas para nosotros...», rememora. Y su negocio, cuya clientela correspondía en «un 90% a turistas», iba «muy bien» has- ta que en aquellos días de marzo, que ya na- die olvidara, la pandemia empezó a asolar Córdoba, como al resto de la nación. El alquiler, el gran obstáculo La epidemia llevó al Gobierno central a ce- rrar en aquellas fechas todos los comercios del país. Al principio, confiesa, «creíamos que sería cosa de un mes». «Hasta que ves los camiones llenos de ataúdes [en alusión a las víctimas de la epidemia] y le vas vien- do la cola al gato. Cuando observas que la cuenta corriente se va poniendo a cero, te echas a llorar». «Yo había ganado con la tien- da, pero no me había hecho rica. El produc- to exclusivo que vendíamos nosotros tiene su margen. Pero no te ofrece el beneficio que dan otros productos», explica, para aña- dir que, si venían mal dadas, «te hace so- brevivir dos o tres meses, más no». Y eso es lo que pudo resistir su establecimiento. Porque en abril, cuenta echando la vista atrás, «dije: “A ver si podemos aguantar un poquito más”». Pero en mayo, sin llegar ni a volver a subir la persiana, decidió echar- la definitivamente. «No se podía aguantar. Eran muchísimos gastos, sin ningún ingre- so y sin verle la punta a la situación, porque a aquello no se le apreciaba arreglo ningu- no», argumenta. Y se para en el principal obstáculo que se topó: el abono del alquiler del local donde estaba su comercio, del que prefiere no dar la cantidad, aunque sí una
COMERCIANTE CARMEN RAMÍREZ
«SEGUIRÉ LUCHANDO, PERO EL CIERRE ME HA DADO UN BAJÓN»
BALTASAR LÓPEZ CÓRDOBA
Carmen Ramírez, en la calle Céspedes, ante la fachada del que fue su comercio
VALERIO MERINO
Made with FlippingBook Learn more on our blog