ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020
L O primero que uno encuentra en la calle al ver a la cofradía de la Sentencia es una frase en latin es- crita en su cruz de guía: «Non invenio in eo cau- sam». La dijo Poncio Pilato, según el Evangelio de San Lucas, y eso mismo es lo que muestra en su paso de misterio, la duda del gobernador que terminará conde- nando a muerte a Jesús de Nazaret. La cofradía de San Nicolás celebra en este 2020 sus primeros 75 años de vida y asomarse a su historia es también recordar que fundó el Lunes Santo y que fue la primera en la historia de la Se- mana Santa de Córdoba enmostrar sobre un paso de mis- terio una parte importante del proceso jurídico por el que se ordenó la crucifixión del Señor. La Sentencia nació como cofradía de Jesús ante Pila- to y mostraba el primer interrogatorio del gobernador a Jesús, antes de que recorriese sucesivamente las casas de Anás, Caifás y Herodes y volviese al palacio del represen- tante de Roma. Con el tiempo terminó representando el momento en que se dicta su condena a muerte. Siempre tuvo como titular a la imagen que talló, con gran sereni- dad, Juan Martínez Cerrillo, pero en 1993 renovó su mis- terio con las figuras de Miguel Ángel González Jurado. Formaron uno de los conjuntos que abanderó la renova- ción de los pasos de misterio en la ciudad gracias a la ca- lidad y sutileza de sus expresiones. Mirar a ese momento obliga a mirar también al proce- so por el que se condenó a muerte a Jesús, diseccionado, no siempre con acuerdo, por historiadores y juristas a lo largo de los siglos. Juan José Jurado, registrador de la Pro- piedad y ex hermano mayor de la cofradía de Nuestra Se- ñora de los Dolores, explica que la facultad de condenar a muerte sólo la tenía el poder de Roma, pero «la natura- leza del delito», es decir, «la blasfemia de proclamarse hijo de Dios y rey de los judíos», era de naturaleza reli- giosa. ¿Quién ordenó el arresto? «Hay quien ha dicho que los romanos, por evitar problemas en la fiesta de la Pas-
cua, pero ellos, según su derecho, necesitaban un moti- vo para detenerlo», resalta. A partir de ahí, el Señor pasa por distintos interroga- torios, «y sólo habla cuando le hacen preguntas sobre la doctrina». El primero es Anás, suegro del sumo sacerdo- te que había tenido este cargo muchos años, y que era «un personaje con mucho poder político y económico, muy astuto», dice el jurista. De allí sólo se saca el famoso gol- pe (mejor que bofetada) tras una contestación de Jesús. El grueso del juicio se celebra ante el Sanedrín en casa de Caifás, probablemente en dos sesiones distintas. Y
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PASIÓN EN CÓRDOBA
LA SENTENCIA DE CRISTO, DE LA RELIGIÓN A LA POLÍTICA
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