ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020

La hora del nazareno

POR ESTRELLA FERNÁNDEZ-MARTOS

P arecía que no volvería el sentido primigenio, que había perdido su lugar, pero un año más llegan los días que restablecen el orden natural de las cosas y ponen cada atributo en su sitio, cada ci- rio en su lugar, cada penitente en su puesto. Llevamos un tiempo de frenética actividad

dió unánimemente a la llamada de mayor participación en la vida pastoral de la Iglesia diocesana, con alegría y compromiso en el cumplimiento del deber, como corres- ponde. Desde entonces ha habido momentos inolvidables, es- cenas únicas, experiencias irrepetibles, estampas para la historia. Muchos otros olvidados, repetidos, redivivos, es- tampas ya impresas. Y aquellos que, por puro hartazgo, no hemos vivido, porque no es lo mismo un martes que un viernes, una manera de entender lo es- piritual que un hobby, una manera de acer- carse a Dios mediante el arte, nada de esto es lo mismo que la simple afición. Vivimos rayando la producción en serie con la deli- cada filigrana, la iconoclastia con la desidia y la ortodoxia. El entorno cofrade es uno de los cam- pos más heterogéneos e independientes dentro de la Iglesia Católica y del derecho canónico, por eso es fácilmente observable su variada imperfección. Y hoy día es impor- tante esa heterogénea libertad, precisamen- te, porque no precisa justificación. El Do- mingo de Ramos sale el primer nazareno ves- tido de hábito blanco con su luz de media mañana, luz de día, la promesa del domingo que viene, luz de Resurrección. Entremedias sacramentos, duelos, vidas y soledades. Y cada una con su luz. Podrán pasar los cursos y las procesiones, pero la Cuaresma da vida espiritual a una hermandad de penitencia. Sus quinarios, triduos y misas de her- mandad dan a sentido a sus Vía Crucis. Sus sacerdo- tes de guardia dan el sentido a sus túnicas. Porque po- dremos llegar tarde, a medio vestir, a no saber, pero el ne- gro ruan o el blanco algodón empujan a ese confesionario del fondo para «salir a la calle» con un mínimo de decen- cia cumplida, de propósito de enmienda. Han sido muchas las ocasiones extraordinarias que he- mos vivido, muchas de ellas por quienes no entendían lo que vivían. Pero estrenamos Cuaresma. Nuestra fecha del año, de los que sabemos qué es una túnica, una papeleta de sitio, un capirote, una hermandad, una música o un si- lencio. Al cabo de estos cuarenta días están los de los na- zarenos, sin excepciones. De presidencia a esclavinas, de cruz de guía al diputado de tramo, de los peniten- tes, de los hermanos de luz.

procesional, ¡quién lo hubiera dicho hace unos años! El mundo cofrade respon-

La Semana Santa, la hora de los nazarenos sin distinción. Por fin. Buena Cuaresma y feliz es- tación de penitencia.

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