ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022

Mujeres de mantilla en el cortejo de dos

hermandades cordobesas en Semana Santa

moda usada por amplias capas de la población femenina, pero a partir de 1830 va a ir quedan- do relegada a la población po- pular, pues se pone de moda el sombrero entre la aristocracia y la burguesía. Sin embargo, los viajeros románticos admiran lo pintoresco y castizo de la mantilla, surgiendo así el ar- quetipo de Carmen, mito de

RAFAEL CARMONA

las damas pudientes. Cuando llegaban al lugar de desti- no, si este era un domicilio de visita, se quitaban la bas- quiña y la mantilla negras, quedando con el vestido de debajo, que podía ser una ‘robe a la française’, lo más chic del Versalles rococó. Si se trataba de ir a misa, permane- cían de negro todo el rato. El traje nacional negro fue así denominado, sobre todo, por los visitantes extranjeros, a los cuales les llamaba mucho la atención. La moda de la basquiña y la mantilla negra, de origen popular, fue imitada por las clases altas, que adoptarán también, a modo de pose, el casticismo o majismo. De esto son testimonio numerosos retratos de Goya, como los de la Duquesa de Alba, la reina María Luisa de Par- ma y otras muchas señoras. En el siglo XVIII ya hay mantillas muy parecidas a las de hoy, aunque usadas en la vida cotidiana y no restrin- gidas al uso celebrativo que se le da en la actualidad. Hasta el primer tercio del siglo XIX la mantilla era una

raza y costumbrismo ensalzado por el Romanticismo europeo. No tanto por los hispanos, pues en España se abre un debate entre partidarios y detractores de la man- tilla, como signo de la tradición, y el sombrero, como sig- no de la modernidad. Este debate alcanza posiciona- mientos políticos, divididos entre realistas y liberales, o, en otras palabras, entre absolutistas y afrancesados. Mariano José de Larra, muy crítico con el absolutis- mo, y muy atento a la moda, no en vano dirigió una de las primeras revistas femeninas de moda, ‘El Correo de las Damas’, rechazó hacia 1834 la mantilla, prefiriendo el sombrero: «¿No hay cierta relación entre la Inquisi- ción y aquella monotonía de la basquiña y la mantilla, traje oscuro, negro, opresor y pobre de nuestras madres? La mantilla y la basquiña estrecha de las señoras […] ¿no

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