ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022

Reinas Trío de

EL ORFEBRE RAFAEL PEIDRÓ DUEÑAS FUE EL ARTÍFICE DE TRES PIEZAS FUNDAMENTALES (DOLORES, ANGUSTIAS, LÁGRIMAS) EN EL BREVE E INTENSO PROCESO RENOVADOR DE LA SEMANA SANTA DE CÓRDOBA EN LA POSGUERRA

E L estreno de la corona de oro que Juan Manuel Rodríguez Ojeda había ideado para la Esperan- za Macarena —se le impuso a la imagen el Vier- nes de Dolores de 1913 en la llamada coronación popular— fue la guinda de un imparable proceso de re- novación estética de las cofradías de dentro y fuera de Sevilla que, en el caso de Córdoba, tendría su más nítido punto de arranque en el estreno del manto de los drago- nes de la Virgen de los Dolores el Viernes Santo de 1923. La estela poderosa del regionalismo había espoleado un renacimiento de los oficios artísticos que, primero en Se- villa y posteriormente en la ciudad de la Mezquita —con distinto alcance, trascendencia y duración— cambiaría para siempre la faz de la Semana Santa. Es importante el matiz: en Córdoba, en esos años, se alcanzaron mode- los estéticos absolutamente originales. Fue un fogonazo tan breve como genial. Y la orfebrería no fue ajena al em- peño con varios nombres como Gabriel Lama, García Ar- menta o Rafael Díaz Peno iniciando una estela en la que transitarían después grandes artistas como Díaz Ronce- ro, Manuel Aumente… Hay que volver a San Jacinto: el estreno de menciona- do manto de los Dolores pretendía colmar las expectati- vas de la cofradía para contar con un ajuar en propiedad. En esa misma premisa, dos décadas después, se basó el encargo de la corona de salida que se sumó al renacimien- to de la orfebrería cordobesa aplicada al arte de las co- fradías. Todo ello, sin movernos aún de la plaza de Capu- chinos. Ese renacer lo había abanderado la cofradía ser- vita en alianza con el nombrado Emilio García Armenta, autor del paso de plata estrenado en 1937. Pero un año después, en 1938, iba a llegar a la presidencia de la cor- poración del Viernes Santo una figura fundamental para entender la evolución social y devocional de la cofradía a lo largo de las siguientes décadas. Hablamos de Fernan- do Fernández de Córdova y Martel, imprescindible y ca- rismático hermano mayor que detentó la vara de las ca- pillas durante medio siglo. Fue él el que encargó a Peidró la corona —se estrenó el Viernes Santo de 1941— iniciando una fructífera cola- boración que, entre otras piezas maestras, alumbró la im- presionante cruz de guía. La presea se sufragó por cues- tación popular y supuso el empleo de 2,690 kilogramos de plata, manteniendo la impronta global de la anterior

POR ÁLVARO R. DEL MORAL

Nuestra Señora de las Angustias, con la corona que le cinceló Rafael Peidró

∑∑∑

46

PASIÓN EN CÓRDOBA

TRÍO DE REINAS

Made with FlippingBook Annual report maker