ESPECIAL PREMIOS LA VOZ 2023
S U P L E M E N T O E S P E C I A L M I É R C O L E S 2 0 . 1 2 . 2 0 2 3
20 PREMIOS LA VOZ
Cádiz existe y a la vez debe doler cuan- do uno está ahí. Es una vision para- dójica de esa tierra bendita. –Ha habido cambio político en la ciu- dad. ¿Cómo lo valora? ¿Qué espera de él? –Muchas veces los cambios suelen ser para bien, suelen ser positivos. Yo es- pero que el cambio político en la capi- tal gaditana traiga algunas oportuni- dades a la ciudad, especialmente para los vecinos. Y lo que sí que espero es que no se ahonde en proyectos políti- cos basados en la revancha, sino en la normalidad, en la confianza y en asu- mir al diferente... no para trazar trin- cheras. Cádiz es una ciudad demasia- do estrecha para trazar trincheras, creo que no caben. Si el nuevo equipo de Gobierno camina en esa dirección y en ese sentido, pues yo lo celebraré. – Demos un paso para llegar al nivel nacional, a España, a la amnistía... una de las palabras más repetidas en estos últimos tiempos. Saque por la boca lo que tiene merodeando por la cabeza... – Mi opinión sobre la amnistía es muy negativa, me siento profundamente triste como ciudadano porque haya su- cedido, porque vaya a suceder. Me sien- to conmovido y he estado planteándo- me por qué. En realidad el hecho físi- co de que Carles Puigdemont o estas personas que estaban siendo persegui- das por la justicia y que ya no vayan a estarlo estén o no estén en la cárcel, en realidad es lo de menos. A mí eso no me importa. Lo que me importa es la razón por la que no están en la cárcel. Y la razón por la que no están nada tie- ne que ver con un deseo de reconcilia- ción, ni con un deseo de generosidad llevado a cabo por el estadismo... – ¿Cuál es esa razón? – Es porque hay un partido que, a mi entender, vulnerando todas sus líneas rojas, ha hecho crujir el estado para mantenerse en el gobierno. Eso es lo que me parece muy grave. Yo creo que lo que ensucia tremendamente el am- biente y lo que convierte a la amnistia en una ley venenosa es que se hace para mantenerse en el poder, para sobrevi- vir. Y eso machaca absolutamente mu- chos de los principios en los que se asienta una sociedad democrática. Em- pezando por el que dice que en una so- ciedad existen contrapesos suficientes como para que la gente que está en el poder no maneje a los jueces y al siste- ma para que no entren en la cárcel sus amigos políticos. Eso está muy cerca de que se maneje el sistema para que entren en la cárcel tus enemigos, y eso tiene un nombre, yo no se lo voy a po- ner, pero tenemos que reflexionar en estos días en que el paso de una demo- cracia a una dictadura no es por pulsar un interruptor, sino que es un camino gradual que recorre lo que conocemos como sociedades liberales. Y creo que hoy estamos más ahí de lo que estába- mos ayer. Y eso me preocupa profun- damente. No porque Carles Puigde- mont esté o no esté en la cárcel, que eso me da igual, sino por todo lo que eso conlleva».
«En LA VOZ me hice periodista y aprendí casi todo lo que sé» ChapuApaolaza Periodista Chapu Apaolaza, en la redacción del periódico ABC. :: MATÍAS NIETO KOENIG
El vasco ha desarrollado una gran trayectoria profesional y da mucho valor a los primeros pasos que dio en este periódico :: JOSE M. VILCHES CÁDIZ. Tras dos décadas en medios de comunicación como periodista, colum- nista, analista político y experto en opi- nión, sigue con la ilusión del primer día. Y el primer día, tocaba recordarlo, fue en Cádiz. Chapu Apaolaza, licen- ciado en Periodismo por la Universi- dad de Navarra, posee una dilatada ex- periencia que se inicia en 2004 en el equipo fundador de LAVOZ, donde di- rigió el área de Cultura y Sociedad. En enero del próximo e inminente 2024, además, hará un año que se incorporó al equipo de la agencia Ernest para po- nerse al frente del departamento de PR y Asuntos Públicos. –Miremos por los espejos retroviso- res de la vida. Estuvo en los inicios de LA VOZ de Cádiz, viviendo en Cá- diz... ¿Qué le viene a las retinas de la nostalgia? – Yo viví en Cádiz desde agosto de 2004 a 2009 y participé en la fundación de LAVOZ de Cádiz. Fueron unos días que recuerdo con muchísimo cariño. De al- guna manera, gracias a LA VOZ y a aquella oportunidad profesional, de las
tenedor absoluto de felicidades en una época de mi vida en la que todo era des- cubrimiento y cierta despreocupación. Ahora la vida pesa más y he visto otras cosas en el mundo. Te respondo vol- viendo de la frontera norte de Israel, en el Líbano, en el epicentro del con- flicto. Cádiz siempre la veo, desde den- tro y desde fuera, como la mezcla im- posible y perfecta entre la tragedia y el milagro. La celebro y la lamento. La- mento lo que pesa de Cádiz, las cifras del paro, las dificultades de muchas personas para hacer una vida despreo- cupada y el abismo en el que se mue- ven muchos ciudadanos. La veo ahí, la lamento, me duele Cádiz. Y luego ce- lebro el milagro de cómo es y lo que re- presenta en esa misma situación, es una paradoja absoluta. Celebro su ma- nera de ver, de mirar y de vivir. Lamen- to la falta de oportunidades a la que se enfrentan los gaditanos. El paraíso de «Fueron tiempos de mucho trabajo y esfuerzo, pero de una recompensa infinita. Tanto que una parte de mí sigue allí de alguna manera y me considero euskaditano»
primeras que tuve, me hice como pe- riodista y aprendí prácticamente todo lo que sé. Cádiz era un banco de prue- bas maravilloso para mirar el mundo y aprender a entender a la gente, a vivir el asombro en el que debe vivir el re- portero. Y viví en Cádiz felizmente asombrado por todo lo que sucedía a mi alrededor, en una ciudad magnífi- ca que me acogió con mucho cariño y que me enseñó muchas cosas. Fueron tiempos de mucho trabajo y esfuerzo, pero de una recompensa infinita. Tan- to que una parte de mí sigue allí de al- guna manera y me considero euskadi- tano: así lo confieso siempre. Ahora vivo a 600 kilómetros de Cádiz, enMa- drid, y sigo escribiendo. La parte perio- dística que queda de mí es la más cer- cana al reporterismo y a la columna que empecé a escribir en Cádiz y que se llamaba ‘Nadando con chocos’: como la película ‘Bailando con lobos’, pero yo, como me sentía, era nadando con chocos. Escribo en ABC, estoy cada no- che con Rafa Latorre en La Brújula y además trabajo como consultor de asuntos públicos y comunicación cor- porativa en la agencia Ernest. –¿Se ve muy diferente Cádiz desde dentro y desde fuera? –Desde fuera veo Cádiz con la nostal- gia con la que se miran las patrias per- didas, como un paraíso perdido en una vida que es diferente ahora mismo. La miro, la recuerdo y la veo como un con-
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