ESPECIAL PREMIOS LA VOZ Febrero 2022
S U P L E M E N T O E S P E C I A L D O M I N G O 0 6 . 0 2 . 2 0 2 2
8 PREMIOS LA VOZ
«Lo quemarca la diferencia es saltarse las normas»
Morenatti no se considera «un artista ni una persona con talento», sino «un trabajador con tenacidad para llevar a cabo mis proyectos», pragmático en la ejecución: «Siempre he buscado la per- fección fotográfica y no conformarme con lo que a priori se puede conseguir. Le doy vueltas hasta conseguir una imagen que sea entendida por todo el mundo, que sea la máxima expresión de lo que ocurre».A sus 53 años y tras recibir elmá- ximo reconocimiento en el mundo del periodismo, el jefe de fotografía deAP en España no pierde la ilusión y pretende «sacar rentabilidad al premio a nivel de accesos»: «Los periodistas somos acceso y conseguirlo con la reputaciónque te da un Pulitzer sería la forma más positiva de aprovechar el premio (...). No pienso en qué fotome queda por hacer, sino en qué es lo siguiente que va a ocurrir en el mundo para estar ahí». Entre viaje y viaje, el último para re- flejar al mismo tiempo la belleza y la tragedia del volcán de La Palma, hace una parada en Zahara de losAtunes jun- to a sumujer, compañera de profesión, y sus dos hijos para vaciar la mochila y recargar pilas: «Cádiz tiene algo, siento una raízmuy honda a un lugar en el que he crecido. Escucho a la gente yme sien- to identificado. Con lo quemásme sien- to identificado después de haberme co- deado con diferentes culturas alrededor del mundo es con esa jerga, esa la gua- sa y todo lo que tenemos. Tenemos algo que no se ha repetido en ningún lugar del mundo y lo echo de menos cuando estoy fuera».
El jerezano Emilio Morenatti, ganador del Premio Pulitzer, seguirá buscando «el resquicio para entrar donde no nos dejan» para contar la verdad CÁDIZ. El fotoperiodista español de re- ferencia mantiene un discurso humil- de cuando habla de su éxito. Ha ganado un premio Pulitzer para consolidarse en la élite internacional, pero aún le cues- ta asimilarlo, por mucho que le recuer- den sus méritos: «Yo sigo pensando que se han alineado planetas». Emilio Mo- renatti recoge el premio de LAVOZ por su tenacidad a la hora de contar la ver- dad. Su carrera profesional comenzó en Jerez, la ciudad que le vio crecer, donde dio sus primeros pasos en un periódico local con recursos limitados, obligado a aprender a fuerza de ensayo y error. Se forjó como un fotoperiodista versátil y pragmático para fichar por la agencia EFE, donde supo esperar su momento. Y éste llegó en la ocupación marro- quí de la isla de Perejil, en 2002. La anéc- dota es conocida en el gremio: More- natti pidió unos días libres para viajar a Ceuta, compró una balsa de juguete y alcanzó el islote, logrando las fotos y la información que todos buscaban. Aquel trabajo le llevó a dar el salto a la prestigiosa agencia internacional Asso- ciated Press (AP) y fue la antesala de dos décadas coberturas internaciona- les en las que ha marcado la diferencia: «Lo que marca la diferencia es saltar- se las normas que nos ponen. No es im- posible, debemos buscar el resquicio. Creo que es lo que marca esa ambición por informar: entrar en un lugar don- de no se puede entrar y hacer eso que no nos dejan hacer», explica. Durante los últimos 20 años, se ha especializado en reportajes en zonas de conflicto enÁfrica yOriente Medio no sin dificultades. En 2006, fue secues- trado por un grupo de hombres en la franja deGaza y tres años más tarde, en la guerra de Afganistán, fue víctima de un atentado en el que perdió una pier- na. «Es un trabajo dilatado lo queme lle- va hasta aquí. Un estilo de vida, respon- der siempre de forma inmediata a unas situaciones que se dan al trabajar en agencias. Tenía una dedicación casi ex- clusiva y nunca desatendí el trabajo». Recibió la mención de honor en los World Press Photo, el Premio Ortega y Gasset y en 2010 fue considerado Foto- periodista del Año en España, pero su máximo reconocimiento ha llegado re- cientemente por un trabajo realizado en la ciudad donde reside actualmente. El jurado otorgó el premio Pulitzer aMo-
renatti a título individual –es el primer español en conseguirlo en solitario–, por sus instantáneas de ancianos luchan- do contra la covid en residencias, hos- pitales, calles y morgues de Barcelona. Fotografías que nos conmovieron a to- dos y que servirán a las futuras genera- ciones para explicar lo que supuso la cri- sis del coronavirus en nuestro país. Una de las más impactantes, la acu- mulación de féretros en un garaje con- vertido en morgue, la consiguió colán- dose en un edificio a través de un con- ducto de ventilación: «Me impactó que una de las mayores empresas funerarias no diera abasto y tuviera que habilitar un parking comomorgue con 300 cuer- pos por enterrar o incinerar. Era muy impactante. Me produjo una sensación de dimensión». Suya es también la icó- nica imagen del abrazo emocionado de dos ancianos separados por un plástico durante su reencuentro. «Nunca soñé con ganar un Pulitzer a título indivi- dual, ni siquiera estaba enmis registros más optimistas. Ni siquiera cuando el trabajo fue finalista. Competía con NY Times, Getty... Mucho menos cuando lo haces en un radio de cinco kilómetros alrededor de casa», explica Morenatti.
Durante los últimos 20 años, se ha especializado en reportajes en zonas de conflicto en África y Oriente Medio Morenatti no se considera «un artista ni una persona con talento», sino «un trabajador con tenacidad»
Emilio Morenatti recordó sus orígenes en Jerez e hizo una defensa del periodismo local. :: A. V.
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