PASIÓN EN SEVILLA 147 Cuaresma 14-02-2024

por José Cretario Cretariadas

CARTELES CENSURADOS LA MEMORIA

En la historia de la cartelería de la Sema na Santa hay dos casos de carteles sobre los que se intentó ejercer una especie de censura previa sin conseguirse. En 1978, un año antes de las primeras elecciones municipales, el anuncio lo editaba el Ayuntamiento. Ese año, repetimos, sin corporaciones democráticas se le encargó la pintura a Federico Delgado Montiel que compuso la obra ‘Cera y esmeraldas’. Se trataba de una composición abstracta para anunciarle algo a un mundo que consideraba que estas expresiones artísticas eran obra del diablo. «Eso es capaz de pintarlo mi hija de 10 años», era la recurrente frase hecha que se emplea ba. El entonces presidente del Consejo, José Sánchez Dubé, rechazó la obra al entender que esta no representaba a la Semana Santa de Sevilla. Y como respues ta, ya que el Ayuntamiento –insisto de nuevo, predemocrático– no la iba a retirar, el Consejo comenzó a editar su propio cartel. Aquel año eligió una foto del paso de una cofradía de negro, instantánea que ni aparece en la colección de carteles del Consejo publicada en su web. En 1984 ocurrió algo similar pero dentro del mismo Ayuntamiento. El encargo se le hizo al pintor Rolando Campos, que compuso la cara del Cacho rro dentro de un ‘collage’. Se armó una buena. Y todo era porque el Cachorro estaba pintado en un impactante primerí simo primer plano y enseñaba toda la fuerza expresiva de su gesto y toda la agonía de una expiración. El grupo de la entonces Alianza Popular en el Consisto rio pidió su retirada, algo que animó a algunas hermandades a hacer lo mismo. Por supuesto, el gobierno municipal de Manuel del Valle, sustentado en una mayoría absolutísima del PSOE, no hizo ni caso. Y menos mal porque con el tiempo se convirtió también en un icono de la Semana Santa.

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