Pasión en Córdoba 20230222

PACO LÓPEZ / RAFAEL CARMONA / VALERINO MERINO

los efectos hasta hoy de Trevilla, la creencia (grandilo- cuente y cursi) de que el palio de la Virgen de los Dolores son el cielo y las estrellas. Error. Sus palios en el siglo XVIII eran unos baldaquinos como Dios manda, hasta que el obispo que rima con Sevilla los prohibió. Sin embargo, la Vigilia, Madrugada, del Viernes Santo en Córdoba nunca estuvo del todo vacía. La ocupaban dis- tintas celebraciones populares como el vía crucis del Cris- to de las Tribulaciones de la hermandad del Socorro, que tenía quinario en Cuaresma desde antiguo y rezo de las estaciones en la Madrugada, constatado por Aranda Don- cel. También había actos solemnes en la catedral, como el Sermón de Pasión, a las cuatro o las cinco de la Madruga- da. Y por supuesto, iniciativas populares en las calles, como las citados altares domésticos. Así llegamos al siglo XX, cuando la Semana Santa se ha recuperado plenamente y muestra una gran vitalidad. En 1946 la cofradía de la Buena Muerte supuso la restaura- ción de la Madrugada del Viernes Santo. En 1955 se fun- da la hermandad de la Merced y en el artículo 23 de sus estatutos fundacionales dispone: «En la madrugada del Viernes Santo, tendrá lugar la salida de penitencia de la Cofradía Sacramental. Los her- manos penitentes vestirán todo de blanco, llevando sobre el cubre-rostro el escudo de la orden de la Merced…». Se ignora por qué esta intención no se consumó, incorporán- dose la cofradía en el Lunes Santo. En 1987, la hermandad de Jesús Nazareno, tras varios intentos de recuperación que no cuajaron hasta los años setenta, en los que procesionaría el Martes Santo, pasó por fin a la Madrugada, en coherencia a su historia y he- rencia centenaria. En 1992 es la hermandad de la Merced la que se tras- lada a la Madrugada y al igual que las otras dos cofra- días madrugantes, también iría a la catedral, dando así

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43 RESTAURACIÓN DE LA MADRUGADA PASIÓN EN CÓRDOBA