Pasión en Córdoba 20230222
Portada del octavo tomo de las ‘Notas cordobesas (Recuerdos del pasado)’, del periodista cordobés Ricardo de Montis
textos de Ricardo de Montis no ha modifica- do mucho el modo en que los habitantes de Córdoba viven la Sema- na Santa, ni tampoco ha afectado a las imágenes de mayor carga devocio- nal, que permanecen tan vivas como entonces. Sí re- sulta muy llamativo en los primeros contactos con los artículos que la fiesta en torno a las imágenes sagra-
das, fueran de penitencia o de gloria (como las procesio- nes de la Virgen en San Basilio y San Agustín por la Asun- ción con sus verbenas) era una vivencia más global y ge- neral, lo empapaba todo. Eran muy numerosos los signos externos de los alta- res y colgaduras en cada casa, con una gran presencia del canto de las saetas, conmucha piedad y con una Cua- resma en la que comer bacalao y ayunar no eran una op- ción minoritaria y vivida de puertas para dentro como puede serlo en la actualidad. Y con multitudes de niños en las calles ahora que la población infantil escasea tan- to. En un delicioso texto sobre los ‘Preliminares de la Se- mana Santa’ Ricardo de Montis se detiene a explicar que las casas eran objeto de una concienzuda limpieza, las fachadas se encalaban, los patios (como sucede hoy) se ponían bonitos y las mantillas para el Viernes Santo es- taban a mano desde las vísperas. En las compras de ali- mentos no faltaban los avíos para las empanadas de pes- cado, los pestiños, tortas, hornasos y potajes. En otro artículo aseguraba que «la Semana Santa, nunca celebrada en Córdoba con el lujo y la ostentación que en otras poblaciones, tiene aquí dos notas caracte- rísticas muy poéticas y eminentemente populares: los altares y las saetas». No obstante, alertaba de que la tra- dición de los altares del Jueves Santo «se va perdiendo» y explicaba que en materia de procesiones «nunca se ha distinguido esta capital ni por el número ni por la cali- dad». Esta impresión, plasmada el año 1911, se sucedía describiendo cómo era el Viernes Santo, con la procesión del Santo Entierro: «En ella figuran, invariablemente, la Cruz de la iglesia auxiliar del Espíritu Santo, conducida por su Hermandad, que la llama Cruz guiona, por ir de- lante (...); un Jesús Crucificado, del templo de los Padres
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EL LATIDO DE LA DEVOCIÓN POPULAR HACE MÁS DE UN SIGLO
PASIÓN EN CÓRDOBA
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