Pasión en Sevilla, Semana Santa 23

El rito El Programa de ABC

Durante décadas no había edición del ABC de Sevilla en Sema- na Santa que no repitiera la misma fotonoticia: el titular ‘Gran éxito del programa’ solía acompañar una instantánea en que una pareja o un grupo de amigos sostenía abierto el díptico de forma que fuera fácilmente reconocible por el lector, mientras señalaban con aparente interés algunos de sus contenidos. A estas alturas de la fiesta el invento del inolvidable Filiber- to Mira resulta imprescindible para conocer las novedades en la organización de la nómina semanasantera. La comodidad del formato y el hecho (no menos importante) de poder portar- lo doblado en el bolsillo de la chaqueta (interior o exterior) sin que siquiera asome hacen de él un clásico. Con todo, esta cir- cunstancia es ampliamente superada por la calidad de los con- tenidos y la profusión de datos, que se adelantó muchos años al maremagnum actual de internet. Hay quien los acumula para aliviarse con la lectura la a ve- ces insufrible espera en las sillas o en la bulla mientras pasa tal o cual cofradía.

Para revisar La Virgen de la Antigua La hermandad de Santa Cruz recuperó en 2004 la imagen de una dolorosa a los pies de la cruz para recrear la estampa del Stabat Mater. Se trata de una imagen de un escultor mediocre como fue Pizarro. La Virgen de la Antigua es una escultura de conjunto, de complemento que aparece dándole la espalda al espectador. Pero no se trata de una obra que esté a la altura del soberbio crucificado de las Misericordias. Existen numero- sas representaciones la Virgen al pie de la cruz que aportarían a la hermandad mucho más valor al misterio del primer paso. Una de estas imágenes es la dolorosa que recibe culto en la iglesia de Santiago, cercana a Pedro Roldán, que además pudo ser la dolorosa de la hermandad de la Antigua y Siete Dolores que en su tiempo fue la princi- pal de la Semana Santa. Con una imagen como ésta y no con la actual el paso se convertiría en un auténtico espectáculo de belleza.

Lo eterno Santa Cruz por la Alcazaba Para ver Santa Cruz en la calle hay que afanarse. Su estación de peniten- cia de cinco horas y media deja poco margen para su contemplación, una fugacidad que la cofradía ‘compensa’ al ofrecer uno de los recorridos más bellos de toda la Semana Santa. Es- pecialmente en lo que respecta a su primer tramo. Dos hitos marcan la perpetuidad del momento. Uno es el diestro reta- blo cerámico azul cobalto de Fernan-

do Orce que plasma la expresiva ima- gen del crucificado de las Misericor- dias y que rivaliza con la infinidad de detalles de la coqueta plaza de la Alianza. Otro son los compases que en 1980 el maestro Fulgencio Morón dedicó tanto a la talla como al mo- mento en ese resumen sonoro que es ‘Cristo en la Alcazaba’. La delicia de ver el Stabat Mater y el palio neorrenacentista, con el re- flejo del atardecer en la crestería de García Armenta, en tan históricomar- co es un plus del Martes Santo así pa- sen las décadas.

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SEMANA SANTA 2023

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