Pregón de Semana Santa Joaquín Romero Murube

PREOON DE LA SEMANA SANTA

cada cual tiene su Semana Santa íntim a, misteriosa y profunda, espera que desde aquí se diga más de lo que se puede decir. La Semana Santa es inefable. ¿ Quién puede coger el alma de una ciudad, en sus ma­ nifestaciones más puras y divinas, y mostrarla aqui, como si fuese una pintura? Nadie. Para que saliéseis contentos tendrían que bajar a decir el Pregón los mismísimos ángeles del cielo. Y, estoy seguro, que, salvando el respeto a su celeste jerarquía, aún habría algún "capillita" que no estaría conforme con todo... Un ruegp a la Comisión de Cofradías. Las cir­ cunstancias de ti po material que dieron motivo para la fundación de ésta, van, gracias a Dios, desapare­ ciendo, merced a la labor de un hombre providencial, que nos dió primero la Victoria y ahora nos está dan­ do l a Paz. ¡ Que Dios ampare siempre e ilumine a nuestro Generalísimo Franco! Desaparecidos los in­ convenientes de ti po material, duplique su celo la · eo­ misión en el orden espiritual; hagamos de la Semana Santa de Sevilla una fuente de fervor, de religiosidad, de cumplimiento de vida cristiana. La Semana Santa de Sevilla no puede ser, como para otras ciudades, uo motivo de turismo, una atracción de forasteros. Es algo que está muy por encima de las cosas materiales.

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