Quién es Quién en Córdoba 2022
FRANCISCO JAVIER POYATO PINO
EL «QUIÉN ES QUIÉN» DE LA ECONOMÍA CORDOBESA ES TAMBIÉN UNA OCASIÓN PARA HACER MARCA «CÓRDOBA»
para las nuevas palancas de la biomedicina, las «start up», la industria 4.0 o el activo investiga- dor de nuestras universi- dades, que deben seguir abriéndose a la alianza con los inversores. Está por llegar un proyecto motor y transformador como es la Base Logística del Ejército de Tierra, un motivo más para el opti- mismo y las oportunida- des. No será la panacea, pero sí un motivo ilusio- nante para no virar al des- contento ni la desilusión.
sas a acometer importan- tes transformaciones y sacrificios. Sobre todo, a cambiar el enfoque, el funcionamiento o los retos —algunos de ellos secundarios no hace mucho tiempo—. Creen en la transformación digi- tal, en la economía circu- lar, en la sostenibilidad, en otra forma de organizar los recursos humanos y la globalidad de un mercado cada vez más ancho. Y si no lo están haciendo con más ahínco, creen en esa senda y no más tarde que temprano lo harán. Si ha habido un indi- cador, por ejemplo, que desde 2008, cuando arrancó la crisis financie- ra, ha resistido como un jabato en las tablas esta- dísticas de esta provincia, ése ha sido la exportación. Aumentando la nómina de firmas internacionaliza- doras, buscando nichos casi como aventuras de siglos pretéritos en la nada, convirtiendo los problemas en opciones. El «Quién es quién» de la economía cordobesa es también una ocasión para hacer marca «Córdoba» pues de igual forma que los célebres personajes, que la incom- parable mesa o la postal patrimonial y vieja histo- ria de esta ciudad son los rasgos inalterables de esa patente, las empresas, los emprendedores y los empresarios conforman otro hito distintivo para el escaparate de esta tierra. Podría mencionar muchos ejemplos ahora mismo de lo que indico, con la con-
siguiente injusticia de no citarlos a todos. Valgan algunos: de Covap a Silbon, de Genialy a Cunext Copper, de Ximénez Group a Unieléctrica, de Almazaras de la Subbética a Higar, de Efficold a Bodegas Alvear... Ellos y muchas miles de firmas más hacen cada día esa Córdoba de laureles y prestancias. Sin duda no son bue- nos tiempos para la lírica. El desconcierto que oca- siona el resquebrajamien- to del orden mundial que nos habíamos dado y con- solidado tras la Segunda Guerra Mundial o la caída del Muro de Berlín, en una crisis geopolítica de mag- nitudes desconocidas en el último medio siglo, man- tiene frenadas muchas ideas, muchos proyectos e inversiones y muchas ganas de crecer y mejorar. En el centro de una espe- cie de tormenta perfecta donde la crisis de precios, la carestía de suministros, el descenso
de la demanda, la subida de tipos, la presión fiscal o las exigencias de un mer- cado ultracompetitivo campan a sus anchas, muchos esperan que escampe bajo un paraguas demasiado débil para tan ardua inclemencia. La demora en la ejecu- ción de los llamados fon- dos de resiliencia, la fati- gosa burocracia que poco a poco va quitando capas de la cebolla —especial- mente en Andalucía— o la mala imagen que desde centros de poder como el Gobierno de este país se quiere proyecta en algu- nas ocasiones sobre el empresariado para saciar la abyecta propaganda política y buscar un ene- migo externo a la ausencia de gestión... se unen a una ceremonia de la confusión carente de seguridad jurí- dica y confianza, el verda- dero caldo de cultivo del crecimiento empresarial. Córdoba y sus empre- sarios, o invirtiendo el orden de los factores, no deben cejar en su empeño. Ni en una galopante crisis del campo, que sigue mudando su piel a las nuevas tecnologías. Ni en un turismo cada vez más creativo y a la medida, como es Córdoba. Ni en una industria que se rein- venta desde el frío indus- trial a la agroalimentación o la joyería. Ni en una construcción y promoción que entendió el mensaje de la crisis de 2008. Ni
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QUIÉN ES QUIÉN EN CÓRDOBA 2022
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