REVISTA GASTRONÓMICA GURMÉ DE SEVILLA 05-12-2017

Lo único que conocía de la cocina española antes de venir era la paella

¿Cómo recuerda aquel comienzo?

Recuerdo el entusiasmo que traíamos y la curio- sidad que despertó nuestra cocina en el público, porque por aquel entonces no había mucho restaurante en Sevilla y la gente relacionaba esa gastronomía con el San Marco. Trajimos algo nuevo, no solo en gastronomía, también porque era un local de diseño y en aquella época eso no se llevaba aquí. Sí, allí ya estaban de moda los restaurantes de diseño y lo que quisimos fue exportar ese con- cepto que ya existía en nuestro país. Trajimos el modelo de trattoria, como la que montamos en la calle San Jacinto, y el de restaurante moderno, como Maccheroni. Teníamos claro que no queríamos una cadena con todos los estableci- mientos iguales, sino que cada uno debía tener su personalidad. ¿En Italia sí? ¿Y cómo fue su encuentro con la cocina de aquí? Teníamos en frente del Maccheroni de Harinas un bar de tapas que hacía comida casera y allí lo fuimos probando todo. Ya no existe y no recuerdo su nombre, pero pasábamos las horas trabajando y comíamos siempre en este sitio, donde tuvimos la suerte de probar una buena pringá, que me encanta, las espinacas con garbanzos, los huevos fritos con patatas... Eran tapas pequeñas, un concepto que yo desconocía.

Tras más de 15 años en Sevilla y cinco establecimientos, este italiano se detiene a valorar la gastronomía hispalense y evoca sus primeras impresiones al conocerla. ¿Por qué eligió Sevilla para montar un negocio hostelero? Tenía la idea de hacer algo fuera de Italia y en 2001 me vine con mi primo y mi socio. Que- ríamos España por el clima y la similitud del idioma con el nuestro, nos interesaba un país caliente. Lo cierto es que veníamos a la aventura y no conocíamos Sevilla de nada. La elegimos al azar. Mi familia siempre se ha dedicado al sector textil, pero mi cuñado trabajó como cocinero y llegó a montar su propio establecimiento, un disco-bar, así que nosotros llegamos aquí con la idea de traer la auténtica cocina italiana. Buscamos un local y encontramos el de la calle Harinas, donde empezó la historia del grupo. ¿Tenían experiencia hostelera en su país?

Massimiliano Innocenzi propietario de Maccheroni

Isabel Aguilar Fotografías: J.M. Serrano

¿No había oído hablar de las tapas españolas?

Lo único que conocía de la cocina española an- tes de venir era la paella, ni siquiera relacionaba España con el jamón ibérico y la verdad es que me sorprendió mucho porque es muy distinto al nuestro.

¿Qué le impresionó de Sevilla?

Me fascinó como ciudad y me encantó su gente. No hablábamos una palabra de español pero no tuvimos problemas para entendernos a la hora de alquilar el local y poner en marcha el negocio.

¿Y cuál le gusta más?

El de aquí es más bueno que el nuestro, sin duda.

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