Suplemento Quien es quien en Sevilla

11 Cultura y Ocio

Inversión y beneficio

aquella visión: 200 títulos repre- sentados y cuatro millones de es- pectadores respaldan tres décadas de trabajo y esfuerzo que, por su- puesto, demandan ser renovados y expandidos si queremos crecer, abrazar nuevos públicos, aumentar nuestra oferta y consolidar el Tea- tro de la Maestranza como uno de los grandes atractivos para el tu- rismo cultural y de calidad al que aspira la ciudad. Para conseguirlo, necesitamos la colaboración de nuevos mece- nas, nuevos aliados que fortalezcan nuestro músculo y contribuyan a presentar el Teatro de la Maestran- za como el gran escenario cultural de todos. Porque a todos beneficia. No solo porque satisface el manda- to público de presentar la cultura en condiciones técnicas y artísticas

de absoluta calidad y plena solven- cia, sino porque la onda expansiva de un coliseo de 1.800 butacas con un altísimo nivel de ocupación me- dia que solo ha podido reducir una pandemia, irradia sus beneficios por hoteles, negocios de restaura- ción, etc. La ciudad de Don Giovanni , de Carmen y del Barbero cristaliza su identidad más profunda y seduc- tora para el público nacional y ex- tranjero en un teatro de ópera que es la casa natural de esos persona- jes. El hecho de que el edificio del Teatro de la Maestranza se alce, además, sobre la propia piel urbana por la que esos personajes repiten su aventura, es un plus identitario y geográfico de una potencia arrolla- dora que Sevilla podría optimizar más aún. Sin embargo, el Teatro de la Maestranza, como todas las gran- des estructuras culturales, necesita reposicionar su rol en el escena- rio cambiante de los usos sociales del ocio y las demandas cultura- les, sometido a transformaciones profundas desde la irrupción del universo digital y a los efectos de- rivados de una pandemia que nos obliga a repensar la relación con un público que durante más de un año ha tenido muy difícil, restrin- gido e incluso imposible, el acceso a los auditorios. Aunque tres déca- das de programación atestiguan la fidelidad del público del Teatro de la Maestranza, afianzar a nuestros espectadores y abrir nuestra hor- quilla a otros segmentos de au- diencia es una asignatura funda- mental que deberemos afrontar en el futuro inmediato y para la que el Teatro requiere nuevas contribu- ciones y ayudas. En espera de que se apruebe de-

Javier Menéndez Director General del Teatro de la Maestranza

H ace 30 años que el Teatro de la Maes- tranza puso en valor cultural y eco- nómico el fabuloso patrimonio mu- sical de una ciudad que, a veces de una forma casi absoluta, bombeando una inspiración determinante, pasea su nombre por más de cien títulos de ópera. Hasta enton- ces, Sevilla era un decorado pasivo, una locali- zación prestigiosa que flotaba en el imaginario operístico y musical de la afición internacional pero que, sin embargo, no optimizaba esa rique- za potencial para sí misma. El Teatro de la Maestranza cambió radical- mente esa perspectiva y catapultó a la ciudad —que, por población, hoy es la quinta ciudad de España, además de la capital política y admi- nistrativa de una comunidad de ocho millones y medio de habitantes— hasta el gran escenario musical europeo, donde hoy ocupa una atractiva posición de prestigio contribuyendo a renovar y reforzar las estrategias de promoción turística de Sevilla basadas en el poderoso influjo cultu- ral de la ciudad. Sencillamente, el Teatro de la Maestranza cambió la fisonomía de la ciudad, le dio un corazón cultural de una potencia hasta entonces desconocida en Sevilla y alteró el rum- bo de sus ambiciones artísticas conectándolas tanto con la tradición como con la innovación europeas. ¿Cuánto valen los beneficios de esa aportación? En la configuración de las ciudades medias eu- ropeas, era fundamental disponer de un teatro de ópera moderno, activo y comprometido con la difusión y actualización de la ópera o la música sinfónica como una de las señas de identidad de la Gran Tradición Cultural Europea a la que per- tenecemos. En Andalucía, el Teatro de la Maes- tranza es ese teatro. Si Ópera es Sevilla, Sevilla es Teatro de la Maestranza. Como Teatro de la Maestranza es Ópera. Y, por extensión, música. 30 años de trayectoria ratifican el éxito —no solo cultural, sino también económico— de

El Teatro de la Maestranza, como todas las grandes estructuras

culturales, necesita reposicionar su rol

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