Suplemento Quien es quien en Sevilla

Agustín Vidal-Aragón de Olives Presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla

Es necesario un sistema de financiación no sujeto a subvenciones, ayudas privadas o fondos propios

hambre». Durante el año 2020, que para muchos quedará en la memoria como el año de la pandemia, los Bancos de Ali- mentos han proporcionado 158 millo- nes de kilos de alimentos a 1.560.000 personas, convirtiéndose en ese mo- mento en la solución para muchas fa- milias que se vieron sorprendidas por esta situación donde reinaba el caos y la incertidumbre. En España, según el último Infor- me del Directorio del Tercer Sector de Acción Social (2019), hay alrededor de 28.000 entidades activas. Organizacio- nes que cada día tienen que estar ana- lizando y avanzando en sus misiones y objetivos, ya que es necesario una adap- tación a las nuevas estrategias resulta- do de la globalización, a unos sistemas de control y gestión basados en crite- rios de gobernanza y transparencia; y sobre todo, a nuevas líneas de actuación que sean capaces de dar respuesta a las emergentes demandas sociales. El ter- cer sector es campo de acción vivo suje- to a los permanentes cambios que vive la sociedad actual. De hecho, cada día son más diversas las entidades que nacen para dar res- puestas a estas nuevas demandas. Como dato, el 80%de las entidades están des- tinadas a la acción social —en la que se incluyen los bancos de alimentos— in- serción social y laboral; y la atención sociosanitaria, que juega también un papel fundamental en la evolución e in- vestigación de una sociedad sana. La actividad del tercer sector llega a casi el 60% de la población española. Esta cifra es sorprendente, pero aún Se debe trabajar en una cultura colaborativa entre las organizaciones

nera una falta de continuidad en las ac- ciones llevadas a cabo por estas organi- zaciones por falta de presupuesto para actividades, personal técnico, etc. Esta situación, además, presenta un pano- rama paradójico, ya que desde el tercer sector luchamos por una inclusión la- boral de calidad; pero a la misma vez, son las propias entidades las que tienen que llevar a cabo políticas de contra- taciones temporales y precarias en al- gunas ocasiones por la falta de fondos económicos permanentes. Con ello, seríamos capaces de crear un sistema de gobernanza multinivel en el que, a través de unas entidades estruc- turadas, sería capaz de actuar de forma conjunta con las administraciones pú- blicas en la planificación, implantación y evaluación de unas políticas sociales que garanticen unos servicios sociales básicos como son educación, sanidad, vivienda, empleo, entre otros. Es decir, estamos ante un sector que tiene un largo camino por recorrer en el que a medida que vamos avanzando también aparecen muchas oportunida- des. Aparecen muchas oportunidades, como puede ser la de formar parte ac- tiva del mismo tanto de manera profe- sional —alrededor de 527.000 personas trabajan en este sector— , como de ma- nera voluntaria, la cual aporta un valor intangible fundamental para estas or- ganizaciones: conocimiento, experien- cia, dedicación, talento, entre otros. El alma de nuestra fundación es su volun- tariado. Y hablando de retos desde el Banco de Alimentos de Sevilla, trabajamos cada día en optimizar la captación y entrega de alimentos, potenciar la participa- ción de personas voluntarias, imple- mentar acciones para luchar contra el despilfarro de alimentos y desarrollar acciones y programas en el ámbito de la intervención social; todo con el objetivo de seguir siendo una entidad referente en Sevilla dentro del tercer sector que ayude a construir el futuro de muchas familias que lo necesitan y contribuya al Estado de Bienestar de nuestro país.

es más preocupante que Andalucía se encuentra entre las tres primeras co- munidades autónomas con más tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social con un 35%, según el reciente estudio publicado sobre cali- dad de vida del Instituto Nacional de Estadística. Pero lo que aún llama más la atención es que Andalucía también está a la cabeza en los ratios de fami- lias sin capacidad para afrontar sus pagos de vivienda de manera estable, o bien, no pueden permitirse el con- sumo de carne y pescado dos veces a la semana. Tras reflexionar sobre estos datos, es cuando tenemos que pensar en el papel fundamental que juega el tercer sector en la actualidad para muchos colectivos que encuentran en él un medio de mejora de sus condi- ciones de vida o de supervivencia para muchos de ellos. Por tanto, nos podemos preguntar: ¿Cuáles son los retos a los que debe en- frentarse el tercer sector para seguir evolucionando, creciendo y progresan- do? En primer lugar, se debería trabajar por una cultura colaborativa entre las propias organizaciones para conseguir una gestión que genere un uso más eficiente de los recursos. También es necesario estudiar un sistema de finan- ciación que no esté sujeto principal- mente a subvenciones, ayudas privadas o fondos propios de las organizaciones, ya que esto, enmuchos de los casos, ge-

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