La iniciación a los deportes individuales: el Modelo Ludotécnico y sus posibilidades

3. Poner en práctica las normas de seguridad y protección, respetando el medio natural de manera sostenible y gestionando el riesgo inherente a la práctica. En resumen, el objetivo de esta primera experiencia con el piragüismo es potenciar la alfabetización físico-motriz, ofreciendo las claves de las acciones técnicas para hacer más eficiente al alumnado en la práctica del piragüismo, todo ello de una manera lúdica y recreativa, pero trabajando la competencia motriz, especialmente, a través del MLT propuesto en Valero y Conde (2003). 2. Metodología Escaravajal y Baena-Extremera (2020) en su revisión bibliográfica sobre actividades en la naturaleza plantean un alto número de artículos relacionados con el piragüismo, aunque pocos están relacionados con aplicaciones didácticas de este deporte y, los que lo hacen, proponen la utilización de modelos metodológicos tradicionales, como por ejemplo García et al. (2017). En esta unidad se han revisado los estudios precedentes y se ha optado por la aplicación de metodologías activas, más acordes con los modelos pedagógicos más actuales y más adaptados a las necesidades del alumnado. La unidad propone tres fases diferenciadas, con tres enfoques metodológicos distintos. Por ello, se deberá explicar a continuación cada una de las fases y su estructura temporal para poder entender la metodología utilizada en cada una de ellas. Tal como se ha explicado en el apartado anterior e igual que sucede con otros deportes en el medio natural como la escalada, el piragüismo puede conllevar un riesgo real. Si queremos reducirlo a cotas mínimas, se deberá plantear una fase inicial donde se trabajen los contenidos teórico-prácticos necesarios para aproximar al alumnado al piragüismo, como pueden ser: las partes de la embarcación y la pala, las modalidades del piragüismo, los elementos de seguridad o los elementos básicos de manejo del material. Para esta primera fase se propone la utilización de formas jugadas, con un alto componente lúdico y altas cotas de compromiso motor. En esta primera fase podemos proponer varios enfoques metodológicos, siguiendo la premisa de la utilización de formas jugadas comentada anteriormente. Por ejemplo, se podrá optar por utilizar el estilo de asignación de tareas, donde propongamos juegos para conocer los contenidos teórico-prácticos iniciales o el aprendizaje basado en juegos (ABJ), proponiendo los juegos de piragüismo dentro de un Monopoly, Juego de la Oca o Escaleras y Serpientes, por ejemplo. Otra opción muy interesante para esta fase puede ser la utilización de técnicas de aprendizaje cooperativo como el Puzle de Aronson o el novedoso Circuito de Expertos, referenciado en Carcas Vergara y Garafulla (2024). El principal objetivo de su uso será fomentar la interdependencia positiva y fomentar la responsabilidad individual y grupal, tan importantes en las actividades en el medio natural. En la propuesta planteada, la fase inicial estaba formada por dos sesiones: la primera era un Circuito de Expertos en el gimnasio del centro y la segunda estaba compuesta por juegos trabajados desde la asignación de tareas tanto fuera del agua como en las piscinas municipales (vaso pequeño y mediano). Finalmente, se decidió reducir la fase inicial y hacer el Circuito de Expertos en las instalaciones de la piscina dándole un toque lúdico al trabajo de las estaciones.

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