Siguiendo huellas 1

LOS MOLINEROS DE BEAS

¡Que lindos son los amores!, si en todas las partes brillan, cuando no hay hueco en molino, la noche de amor, destila, los placeres pasajeros, con hijos que al mundo estira. Somos grandes molineros; aunque se perdió el molino; aquí molemos talento, cada cual en su destino… A veces con nuestra esencia, en Guadalimar y olivo,

o frente a toro ensogado, a susto, carrera y esquivo.

¡San Marcos, viva la gente! Entre molineros un día, rebosa nuestra alegría… La pasión más valiente, amor hasta que reviente, rabieta y pesadilla,

donde la fiebre apolilla desazón y amargura, que a veces la fe cura, o un vino manzanilla.

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