Siguiendo huellas 1

BOSQUE Y CIUDAD

Bosque talado para la calzada, allende de los ríos, montes y prados, rompiendo curso de agua acostumbrada, a frenar vuelo en jilgueros mimados, por manso cauce de estación dorada, donde sol y rocío son aclamados, con repertorio en delicia sonora, que al rodar asfalto mi ánimo implora. Y ahora el agua por nube acosada, rompe diques de hombres y pecados, sin clemencia con aliento y posada, por robar la senda en cauces hallados, al natural discurso de la nada, donde los hombres aún están callados, si a tal infinito no llega ciencia, aunque si fe para curar paciencia. ¡Reza en soledad, no sea talada!, como calvario que arrasa condados, tan siniestro, por furia desatada, cuando azota a la vida con tornados; solo fe es piadosa por resignada, esperando premio en cielos soñados, pues veda el miedo a lo desconocido, si el miedo en hombre debe ser excluido.

37

Made with FlippingBook HTML5