Siguiendo huellas 1

EL CALLEJÓN DE LAS HELÁS

Saliendo de las "Siete Pilillas" a trocha y mocha, un sinfín de veredas de ganado ovejuno, puso en entredicho la decisión de mi acompañante, (conocedor de este paraíso, un día antes) de ser el gran guía que me condujera al "Callejón de las Helás", en la Serrezuela de Pegalajar; entonces tuve que tomar las riendas, para a ojo de buen cubero, divisar en la lejanía la famosa falla, antaño un espléndido lago cuyo invierno helaba sus aguas para convertirlas en despensa de hielo. El buen amigo me dijo que, en el siglo XVI por aquí pasaba con su séquito el corregidor o el recaudador de impuestos de Mancha Real y Pegalajar, siempre evitando eludir los caminos muy transitados, por ser muy odiado, puesto que reclamaba con mucha severidad tan preciado tributo del reino. Un día fue sorprendido en estos lares por un numeroso grupo de tributarios, y estos le ahorcaron junto con su escolta en las escasas encinas de la zona. Otros cuentan que fueron sorprendidos por bandidos y muertos a tiros. Me imagino este bello lugar, siendo un lago, donde la gran mole rocosa quedara reflejada en las aguas de un tímido atardecer rojizo de algún tibio otoño…Verdaderamente este no es lugar para un asesinato, sino escenario para vertebrar amores

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