ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

ESTRELLITA CASTRO Actriz y cantante Suspiros de España

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

El Sevilla FC, campeón de la Copa del Generalísimo, hace entrega del preciado trofeo al alcalde de la ciudad, Eduardo Luca de Tena, en un sencillo acto en el Ayuntamiento 1939 30 JUNIO

ESTRELLITA NACIÓ CON ESA ESTRELLA EN SU DESTINO. LA DE SER LA VOZ QUE POPULARIZÓ UN PASODOBLE PARA DESPUÉS DE LA GUERRA

POR J. FÉLIX MACHUCA

L A palabra se hizo himno y la música de aquel pasodoble se convirtió en la bandera de los que se habían quedado sin nada. Con los bolsillos vacíos y el alma llena de espinas negras. La guerra más triste que se pueda hacer, entre herma- nos y vecinos, pasó por nuestra historia para convertirnos en pinturas desgarradas de la etapa más negra de Goya. Alga- rrobas para el hambre; limón en la herida para los que se quedaron sin patria. Hasta los zapatos rotos y desvencijados tenían más alegrías en sus suelas gastadas que la llaga de España en el costado. Era la España de los suspiros, de los lamentos, de los que se fueron, de los que no podían regresar. De los que,

como Pedro Garfias, en un lejano pub de Eaton Hastings, gastaba las horas de la melancolía aginebrando los silen- cios del dueño de la tasca por la pérdida de su mujer y sus hijas mientras él sangraba la

VIDAS DE PAPEL

Aquel pasodoble es a Estrellita Castro lo que su caracol en la frente a su marca

GALÁN

pérdida de España. Ya tan inalcanza- ble como los sueños románticos de una juventud bajo el mármol y con hormigas en la boca. «Suspiros de España» es a Estrella Castro lo que su caracol en la frente a su marca corpo- rativa. Después de ella suspiraron con arañazos en la garganta y lágrimas en el pentagrama las voces más jerárquicas de la canción española. Pero Estrellita Castro, la niña que nació en la calle Mateos Gago, la misma que cantando en un café de la calle Sierpes deslumbró a don Ignacio Sánchez Mejías que le pagó con una moneda de oro para que la chiquilla se fuera a una pastele- ría cercana a hartarse de los merengues y piononos que la necesidad le descartaba; pero Estrellita Castro, les contaba, la cantó como nadie. Como si de verdad fueran suspiros desborda- dos del pozo de su dolor. «Si con el viento llega a tus pies/ese lamento de mi amargo dolor/Espa- ña, devuélvelo con amor/ España de mi querer». Y ese querer de los que la perdieron o de los que se fueron buscando tajos y seguras vidas más allá de los Pirineos, convirtieron aquel pasodoble en la banda sonora de los perdedores.

Radio Pirenaica, emitiendo desde Praga y Moscú, la utilizó más de una vez como sintonía; Terenci Moix escribió un libro sobre la copla dándole ese título; sonó en el funeral de Vázquez Montalbán y en las casas regionales de Berlín, Hamburgo y París los domingos de jotas, muñeiras y fandangos terminaban con el corazón «encogío» por culpa de aquella España, lamento de un amargo dolor… Estrellita nació con esa estrella en su destino. La de ser la voz que popularizara con un pasado- ble para después de una guerra que aún sigue helando los corazones de los que la creímos superada. Es triste vivir de los recuerdos. Más aún de los más duros y dolorosos que una nación pueda, en una locura incontenible, propagar para multiplicar los horrores de su peor leyenda. En aquella España tan llena de espinas, tan dolorosa como una Virgen de abril, Estrellita Castro, en el blanco y negro de las películas de Cifesa, convirtió con su voz la melancolía del paraíso perdido en la esperanza del reencuentro, del abrazo encendido de un suspiro de amor…

12/07/1983

«Morenita, pequeña y sevillana, nardo y jazmín, magnolia y clavellina, figurita de bronce y porcelana que guarda Andalucía en su vitrina». Así comenzaba el obituario de la artista 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA