ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

GONZALO QUEIPO DE LLANO Teniente general Palabras como balas

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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

30 DICIEMBRE

1951

LA FIGURA MÁS CONTROVERTIDA DEL SIGLO XX EN SEVILLA SIGUE CAUSANDO DIVISIÓN CASI SETENTA AÑOS DESPUÉS DE SU MUERTE

POR JAVIER RUBIO

La alegría de que el Gordo de Navidad, el 2.704, había caído en Sevilla se ve empañada con la noticia de que se han vendido participaciones sin suficiente respaldo en décimos. Es el Gordo de Escámez

Queipo, junto al

ABC

párroco de Santa Ana, aclamado por las niñas de Cristo Rey

M ONÁRQUICO o republi- cano, audaz o indeciso, lenguaraz o comedido, calculador u oportunista, cruel o paternalista, astuto o simple. No hay otra figura a lo largo del siglo XX hispalense tan controvertida como la del general Gonzalo Queipo de Llano (Tordesillas, 1876 - Sevilla, 1951), protagonista de la historia reciente de Sevilla no sólo en los quince años que median entre 1936 en que se suma a la rebelión militar sin aclarar meridianamente a quien rendía lealtad y el 9 de marzo de 1951 en que muere en el cortijo de Gambogaz que la ciudad le había donado por suscripción popular. La despiadada incontinencia verbal de la que hacía gala en sus famosas charlas radiofónicas conforme avanzaba el frente de guerra con el fin de atemorizar a los enemigos armados y someter a la población civil está en consonancia con la feroz represión desatada en aquellas poblaciones que iban cayendo del lado subleva- do en la contienda fratricida. En los primeros años de guerra y posguerra, dejó una documen- tada estela represiva al margen de la jurisdic- ción que le creó una imborrable leyenda sinies- tra sobre la que asentó su poder. Pero tampoco puede ser objeto de refutación que inspiró numerosas actividades agrícolas, industriales y residenciales con que quiso consolidar una base autárquica en la región que desterrara las reclamaciones campesinas de tierra y libertad entre los jornaleros andaluces. Esas ansias, frustradas después de espoleadas por la abortada reforma agraria que prometió la

República, habían desembocado en lo que él mismo llamó el «terror rojo» contra los terratenientes y las clases acomodadas en la Andalucía rural. A sus ojos, Queipo los había salvado del clima revolucionario previo al levantamiento y por eso le mostraron gratitud en la inmediata posguerra. A lo largo de 1937 y 1938, la adulación al general –el de más edad entre los sublevados– se hizo más que evidente. Queipo inició una frenética labor de reconstrucción con barriadas nuevas que procuran viviendas a las clases populares. En su labor acumuló tantas portadas de periódicos y constante presencia institucio- nal en la reconstrucción de las provincias desangradas que se granjeó la enemiga de sus compañeros de armas sublevados y, sobre todo, la inquina de Franco, hastiado de la especie de virreinato andaluz. Caído en desgracia, se le buscó destino en la embajada de Argentina pero no obtuvo el plácet y se le encargó una misión en Roma –había confraternizado con el conde Ciano en Sevilla el 18 de julio de 1939– para mantenerlo alejado. Regresó en 1942 a Sevilla, ya sin mando militar alguno ni posibilidad alguna de revolver- se contra Franco, para vivir su retiro dorado. En 1944, el dictador le concedió la Laureada de San Fernando en la Plaza de España a modo de homenaje –sin foto de portada en ABC, sólo en páginas interiores– y en 1950, el marquesado. Casi setenta años después de su muerte, la controversia en torno a su enterramiento es la prueba de que las profundas heridas que causó en vida siguen sangrando.

VIDAS DE PAPEL

10/03/1951

El fallecimiento del general en su cortijo de Gambogaz supuso el levantamiento efectivo del veto tácito a la difusión de su imagen en la prensa durante los doce años precedentes

90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

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