ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

CARMEN LAFFÓN Artista plástica El secreto desvelado

94

ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

«Un Escorial en la Avenida», titular a toda plana para mostrar a los lectores la fachada del Banco Urquijo: «Junto al ladrillo, la piedra fría e importada, ajena a nuestra sensibilidad y a nuestra cultura» 1978 27 DICIEMBRE

EN LOS AÑOS 70, CON LA CIUDAD ENTREGADA AL REALISMO ACADÉMICO, CARMEN Y JUANA DE AIZPURU CONVERGEN EN OBJETIVOS Y METAS

POR J. FÉLIX MACHUCA

H E creído siempre que Carmen Laffón llegó a conocer los mil y un matices que tiene la luz porque posee la facultad investigadora de los alquimistas. Solo una vida dedicada a conocer una materia tan inasible y a su vez tan concreta puede arrojar balances tan gratificantes como sus cuadros. Ya sea porque es capaz de reflejar la nostalgia de una taza de porcelana de la vajilla familiar que le despertó un duende en la magia de su memoria infantil o porque el Coto, ese paraíso donde Caballero Bonald y Julio Manuel de la Rosa, imaginaron mundos fantásticos, lo conoce mejor que los furtivos, tras haber recorrido las trochas de sus luces durante años y años. Sus ojos vieron y entendieron. Su alma lo interpretó como una canción de Carole

VIDAS DE PAPEL

King. Y su pulso lo hizo realidad para conseguir lo que los

Carmen Laffón, ante una de sus obras, en una antológica en Burgos en el año 2001

alquimistas del medievo jamás

FÉLIX ORDÓÑEZ VILLAFRANCA

lograron: transmutar el plomo de la realidad en la dorada luz del talento. Laffón es a la luz, al intimismo, a la elegante expresión de la sensibilidad lo que la ciencia al conocimiento. En los años setenta, con la ciudad

emergentes. El arte contemporáneo local les debe a ambas mujeres, Carmen y Juana, tanto como la vitamina al músculo. Aunque se repartieran papeles tan distintos y, a la vez, tan complementarios como para que otra luz iluminara la realidad. Desde aquella exposición de mediados de los setenta la paleta de Laffón ha permanecido leal e incontaminada, sin tasar sus principios en base a la demanda, sin abandonar la luz de su investiga- ción plástica. Pintar, me confiesa un estrecho colaborador suyo, Paco Pérez Valencia, es difícil. Pero más difícil aún resulta pintar durante toda una vida sin dejar de ser tú mismo, autoexigién- dote hasta casi el sacrificio, entrando la primera en un montaje expositivo y marchándose la última. Frágil, delicada, tan leve como algunos destellos de la luz que supo dominar, le ha sobrado fuerza para abrir caminos del arte cuando todo era pura preceptiva académica. Yo creo que Doñana imita a Carmen y rebosa esa luz que desveló la alquimia elegante de Laffón.

entregada al realismo académico, con señeras firmas dominando un mercado familiar, Carmen y Juana de Aizpuru, convergen en intenciones, objetivos y metas plásticas. Y esa convergencia necesita un grito, educado, elegante, pero necesita un grito para pedir paso. Una tarea que solo dos mujeres como Carmen y Juana podían enfrentar sin colapsar en el intento. La Sevilla más rancia y leal a los principios fundamentales de la pintura académica dominaba en gustos y mercados, pareciendo tarea de heroínas mitológicas darle la vuelta al calcetín de tendencias tan arraigadas en la concepción plástica local. Carmen expone en la galería de Juana de Aizpuru y logran abrir una puerta, una ventana a otras formas de ver el mundo del arte, demostrando que los aires del cambio político también necesitaban expresarse más allá de los libretos ideológicos de los partidos 90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

4/4/1995

Una muestra antológica con 62 obras de Carmen Laffón, desde los años cincuenta hasta los noventa, se exponían en el hospital de los Venerables, sede de Focus

Made with FlippingBook Annual report