25 años dela invasión

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LA PRENSA SÁBADO 20 DE DICIEMBRE DE 2014

ESTUDIANTES. Desfile de alumnos del Instituto Militar Tomás Herrera en la década de 1980.

Cortesía

El ‘ranger’ contra JUAN LUIS BATISTA OSCAR CASTAÑO LLORENTE panorama@prensa.com E l ranger pateó la puerta y lanzó una granada de frag- mentación que ca- los tomasitos

yó junto a la cama de David LópezCedeño. El cadete ati- nó a cubrirse la cabeza justo antes de que las esquirlas se le incrustaran a lo largo del cuerpo. Sobre todoenel bra- zoy lapiernaderechosyenla espalda. Mario Losada empezó a rezar porque supuso llegado el momento de entregar su almaaDios. “Señor,perdona mis pecados, y si nos vas a llevar, llévanos al cielo”. El ranger sudaba, era to- do cautela, y se escuchaban sus bufidos de bestia feroz. Buscó ver contendores pa- nameños, tan armados co- mo él y dispuestos a fajarse a balao enuncombate cuerpo a cuerpo. Pero fue desarma- doporunodelosestudiantes del Instituto Militar Tomás Herrera, por un “tomasito” más de los que dormían en las barracas de la base aérea deRíoHato. JoséÁlvarez al- canzó a decir en un inglés dinamitado por la angustia: “ We are students ”, “Somos estudiantes”. Después repi- tierontodos: “ Student”, “Stu- dent”, “Student”. Era la madrugada del 20 de diciembre de 1989; tal vez a la 1:15 a.m., López Ce- deño, de 18 años, lacerado por el dolor y con el corazón a punto de hacer ¡bum!, co- noció por cuenta propia el peso del ejército más pode- roso del mundo. Su recuer- do encarna el sentimiento panameño ante la invasión del 20 de diciembre de 1989.

■ Más de un centenar de jóvenes entre 15 y 18 años fue dejado a su suerte en medio de la invasión.

Unidos. Se construyó en los albores de la Segunda Gue- rra Mundial, bajo la estra- tegia de Estados Unidos de sumar 134 sitios militares fuera de la zona canalera. Revirtió a Panamá el 22 de agosto de 1970. El tratado Remón-Eisenhower de 1955 permitió la continui- dad de la base. Próxima a unade lasmejoresplayasdel Pacífico, gozaba de una ubi- cación privilegiada ideal pa- ra un hotel resort , perfecta para maniobras y entrena- mientosmilitares. SegúnJuanAntonioTack, negociador de los tratados del Canal de 1977, Estados Unidos pidió en junio de 1970permanecerpor15años más en Río Hato. Tack con- testó: “Dígales a los senado- res que Panamá no aspira a sercolonianiprotectoradoni una estrella más en la ban- dera de EstadosUnidos”. El entonces jefe de Esta- do, Omar Torrijos Herrera, concretó el mensaje llevado al embajador William Ro- gers. El 4 de mayo de 1974 fundó el Instituto Militar General TomásHerrera, con el lema “Honor, ciencia, dis- ciplina. Panamá primero”. Elplantel estabaadscritoa la Dirección del Ministerio de Educación y su supervisión correspondió a la Guardia Nacional. No era más que un ba- chillerato en ciencias regido

El cadete integra la lista de 150 alumnos del Tomás Herreradequintoy sextoni- vel que intentaban recupe- rar el cuarto bimestre de es- tudios. Los tomasitos nada tenían que ver con los con- flictos políticos de Panamá con el exterior. El país tenía su propia guerra “fría” con Estados Unidos cuyo dese- nlacedefinitivoempezóel 16 de diciembre de 1989. Ese día el jefe de las Fuerzas de Defensa, Manuel Antonio Noriega, asumió poderes absolutos en abierto desafío a una población que en las elecciones del 4 demayo ha- bía elegido como presidente al opositor Guillermo Enda- ra. La proporción de los sufragios se cifró en 7 a 2. Noriega, acusado en Pa- namá de varios crímenes y otros delitos graves, como el de tráfico de drogas, declaró al país en “estado de guerra” por la constante “agresiónde Estados Unidos”. Machete en mano, gestos desafiantes, el dictador envió unmensaje de David contra Goliat. Era teatro,purasimulación,pues en el Ejército panameño las grietas se habían vuelto ba- ches. Entre1988y1989ocurrie- ron al menos dos intentonas golpistas contra Noriega. La

‘RAMBOS’. Los soldados de Estados Unidos venían bien protegidos y equipados con la última tecnología.

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de más trascendencia estuvo lideradaporeljefedelaCuar- ta Compañía de Infantería Urracá, Moisés Giroldi, que terminó fusilado junto con sus otros compañeros insu- rrectos.

RÍO HATO

La base de la Fuerza Aé- rea de Río Hato, distrito de Antón, en el centro del país, se constituyó en uno de los principales emplazamien- tos militares de Estados

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